Convicción

"NO ME PREOCUPAN LOS GRITOS DE LOS DESHONESTOS, DE LA GENTE SIN ESCRÚPULOS Y DE LOS DELINCUENTES...MÁS, ME PREOCUPA EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Nelson Mandela

“En la vida uno puede hacer lo que quiera, lo que no se puede es evitar las consecuencias”.

domingo, 21 de mayo de 2017

AÑO VII-N°2173- CUANDO PLATENSE SEMBRABA

Cuando PLATENSE era un vergel  en El CUIDADO de sus huertos

S
iempre fuimos firmes defensores y promotores del fútbol juvenil. El paso del tiempo y nuestra propia vivencia institucional, nos mostraron como realizando un buen trabajo con honradez en las divisiones menores, los resultados deportivos y luego económicos, hacían propicia la razón de buenos frutos con los pibes que recalaran en el club.

No nos remontaremos a la “huella” insólita que nos han contado. Solo sabemos, porque así lo hemos palpado y vivido en carne propia, que lo realizado en los años 60; 70; 80 y 90 en la materia, le significaran al club un sinfín de satisfacciones deportivas, al ver a aquellos pibes triunfar primero en nuestros planteles superiores,  y luego también en el mundo.

Seria demasiado extenso en esta nota mencionar a tantos deportistas, y también, demasiado profundo el recalar en los nombres de tantos “TRABAJADORES” anónimos, que sin pedir nada a cambio, le daban todo su tiempo y escasos recursos  de sus propios peculios, a esa pasión nata de los bien nacidos, “FORMAR JUGADORES PARA EL CLUB DE SUS AMORES”

Y lo logaron con creces, a diferencia de quienes, luego, como traficantes, encontraran la veta de utilizar al club, para formar jugadores para su propio beneficio. Los resultados están a vista y nos eximen de todo comentario.


En la edición del 20 el corriente, Clarín.com realiza un reconocimiento a uno de esos plantines, que en los fangales del hoy abandonado Benavidez, crecieron fecundamente, para dar sus frutos al club. Alejandro Alfaro Moreno, es el ejemplo, que representa a todos, deportistas y hacedores de aquel gran semillero calamar, orgullo no solo de la institución, sino de todo el fútbol nacional.
Argentinos por el mundo

Por Adrián Maladesky

Alfaro Moreno, de inventor de un festejo a vice del Barcelona de Ecuador

En 1987 hizo un gol para Platense y se sacó la camiseta. Jugó en Independiente y luego encontró su lugar en Guayaquil.
Alfaro Moreno, de inventor de un festejo a vice del Barcelona de Ecuador
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"Habrá que creerles a las redes sociales: el hombre que cuenta su historia desde Guayaquil fue el primero en festejar un gol sacándose la camiseta. No patentó el gesto, de haberlo hecho hoy su cuenta bancaria se engrosaría seguido gracias a Cristiano Ronaldo, el Kun Agüero y tantos otros que globalizaron la idea.

“Yo no sabía que había sido el primero, me enteré por Internet. Fue en el partido contra Temperley, en cancha de Huracán, en 1987 (el 6 de mayo). El desempate para salvarse del descenso, parte de los milagros de Platense en los años setenta y ochenta. Le habíamos ganado a River en el Monumental, un partido que la gente recuerda por los tres goles del Pampa Gambier y una mano penal del Tolo Gallego. Así llegamos al desempate. Ganamos 2-0, yo hice el segundo gol y me desahogué así... Calabria, el árbitro, me expulsó. No supe que había sido el primero hasta que lo vi en las redes sociales mucho después. No sé, debe ser así...” El Alejandro Alfaro Moreno de buena memoria es aquel puntero izquierdo que sorprendió con sus goles en el Calamar, que siguió gritando seguido en Independiente y que llegó a la Selección de la mano de Bilardo, quien lo imaginó como carrilero antes del Mundial 90. También es aquel pibe de zurdita endiablada que se relataba a sí mismo “la lleva el Beto, gambetea a uno, a dos, patea...” en los campitos de Ramos Mejía, antes de pasar por la novena de Boca y de arrancar en Platense desde la octava. “Mi papá (Carlos) era fanático de River y me llevaba a la cancha. Alonso me encandilaba, por eso yo relataba así y el apodo, que empezó en el barrio y quedó”.
Alfaro Moreno, de inventor de un festejo a vice del Barcelona de Ecuador
Alejandro Alfaro Moreno y los chicos de su academia de fútbol
El Beto ya tiene 52 años, vive en Guayaquil y reparte sus horas entre el cargo de vicepresidente deportivo del Barcelona de Ecuador (equipo clasificado a los octavos de final de la Copa Libertadores), el trabajo en las 50 academias formativas y la tarea de comentarista televisivo de fútbol internacional en el canal de aire RTS.
“Vine a Ecuador en 1994, para jugar en Barcelona. Llevo 23 años acá, con un paso intermedio por América y Atlante de México y por Ferro, en Argentina, tres meses en 1999. Cuando dejé de jugar empecé a trabajar en los medios de comunicación, no lo esperaba pero me encantó. Ahora cumplo 15 de retirado. Cuando falleció mi papá decidí largar, sentí que no tenía más fuerzas. Tenía 37 años, pero acá querían que siguiera jugando”, continúa.
Antes de pasar a su vida de ex jugador repasemos lo que hizo con pantalones cortos en Argentina: debutó en Platense con 17 años (jugó 134 partidos, con 31 goles, entre 1980 y 1988), pasó a Independiente (116 encuentros y 43 tantos en dos etapas, del 88 al 91 y 93-94) donde fue campeón en 1989, luego Ferro (15 partidos, sin goles). Después, el regreso a su Barcelona. Un delantero picante, que además de buenos festejos ofreció una variedad de recursos para destacar. Hoy mira el fútbol desde otros lados.
“Acá vemos partidos de todo el mundo, sigo a mis queridos Independiente y Platense, no perdí la fecha de los clásicos. Tenemos los derechos de los partidos de la FIFA y de la UEFA hasta el Mundial de Qatar. Allí manejo el sector internacional, pero también suelo comentar a la selección de Ecuador en el pool de canales (G6) que se arma para esos partidos. Al mismo tiempo inventé mi propio club, la Academia Alfaro Moreno, en un ámbito que acá no estaba muy explotado, no había ni siquiera torneos de Reserva”, cuenta. Y sigue: “Me apasiona la dirigencia en el fútbol y por eso acepté la propuesta de José Francisco Cevallos, el ex arquero de Barcelona y hoy presidente del club, para presentarnos a las elecciones. Yo soy socio desde hace 20 años, así que podía aspirar al cargo. Ganamos las elecciones en octubre de 2015. El club estaba muy mal administrado, con las divisiones menores descuidadas. Entonces hicimos una fusión con mis escuelas y hoy el club tiene 50 academias de formación en casi todo el país, incluso en las Islas Galápagos. Tenemos alrededor de cuatro mil chicos y para muchos de ellos consigo becas para que puedan estudiar. Siento que a través del fútbol estamos mejorando su calidad de vida. Ahora son las Academias Barcelona, bajo mi dirección, y tenemos otro equipo, Toreros Fútbol Club, que es una filial como el Castilla del Real Madrid, que juega en una categoría más abajo. En síntesis, manejo todo lo que es el fútbol del Barcelona”.
El Beto de Ramos Mejía no para nunca, como si todavía corriera por el lateral izquierdo. “Siempre fui un obsesivo, Bilardo te deja una huella... Me gusta mucho correr, no tengo el mismo peso de cuando jugaba pero no estoy lejos. Y siempre sigo con la idea de mejorar, estoy estudiando Comunicación Social en la Universidad Particular de Loja. En cuanto a la enseñanza la que más me marcó fue mi vieja, Marta, docente jubilada, docente de 24 horas por día”.
Nacionalizado poco después del retiro, Alfaro Moreno lleva 18 años casado con la local Yefenea y tienen dos hijos ecuatorianos, a los que les pusieron sus mismos nombres: Alejandro, de 13, y Yefenea, de 10. De su anterior matrimonio, Gonzalo (20) y Flor (23) también viven con él en Guayaquil. Gonzalo debutó en la Primera de Barcelona este año. “Es diferente a mí, es derecho, mide 1,85 y es rapidísimo”, cuenta el padre orgulloso. Sí, la leyenda continúa."