Convicción

"NO ME PREOCUPAN LOS GRITOS DE LOS DESHONESTOS, DE LA GENTE SIN ESCRÚPULOS Y DE LOS DELINCUENTES...MÁS, ME PREOCUPA EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Nelson Mandela

“En la vida uno puede hacer lo que quiera, lo que no se puede es evitar las consecuencias”.

sábado, 28 de marzo de 2015

AÑO V-1116-¡¡¡Lo importante es sumar!!!

CLUB A.TLETICO PLATENSE
1
CLUB D. ARMENIO
0
8ª fecha
                32`P.Miranda
3pt
SÁBADO 28.03.2015-15hs

0pt

¿Cómo? ¡¡¡No importa!!! por ahora.....
Si decimos que los partidos se dividen en dos tiempos, no estaremos descubriendo nada nuevo. Pero esos quince minutos que más allá del descanso de rigor, es donde los técnicos tienen que ajustar las piezas, para Platense siempre resultan fatídicos.
Esto viene a cuento a que nuestro equipo sin ser una academia de fútbol, en los primeros 45 minutos fue medianamente un “conjunto” que mostró algún atisbo de crecimiento en cuanto a lo mostrado en las primeras fechas.
Se mostró ordenado, con voluntad y cierta dosis de criterio para forjar jugadas muy cercanas a lo que pretende ser el fútbol de la categoría.
El gol de Pablo Miranda (32`) fue el fiel colorario de este vislumbre de entrar en el carril de de la buena senda, al extremo de presagiarse que el marcador podría abultarse.

Esos quince minutos a los que hacemos referencia, significaron contrariamente a  toda lógica, una notoria involución. El equipo se desordenó, y ya la vocación de gol se diluía, casi como conformándose con la mínima diferencia. Desaparecieron los delanteros, Walter Ortiz de armador y gestor se transformó en un individualista, y el equipo de Escobar comenzó a tomar posesión del medio campo, con un Platense que se replegaba insólitamente perdiendo el control de balón.

Así transcurrieron los 45 finales, con alguna llegada intrascendente, un tiro libre de Daniel Vega que pudo ser el segundo y nada más.
Así pasaron los minutos y Armenio quería llegar como fuera, creando varias situaciones frente al arco de Mastrolia, que otra vez, pusieran de moda los moñitos ovoides en los gargueros del cada vez más estremecido calamar. ¿Otra vez más de lo mismo? Era el murmullo tribunero, ante el alocado pero empeñoso Armenio, que luchaba contra el reloj y una eventual falla del local.

Se ganó, que no es poco. Si miramos el vaso medio lleno podemos decir que además de sumar, se aprecia en el equipo una cierta dosis de crecimiento, esto acompañado por garra y empeño en defender la camiseta.
La gente se fue feliz, pero queda para la semana la imperiosa necesidad de trabajar e inculcar en cada “cabecita”, que los partidos duran 90 minutos y dejar de replegarse en los segundos tiempos. ¡¡¡Siempre hay que ir por más!!! Esa es la ley primera. 


¡¡¡Vamos x más!!!