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n esta nota dedicada a todos los padres calamares,
iniciadores de una casta única e irrepetible, queremos testimoniarle todo
nuestro afecto y cariño, por haber tenido el temple de haber forjado en cada
generación que lo sucediera, la afición y amor a nuestra amada Institución,
manteniendo la llama siempre encendida de nuestros inmaculados colores..
Quizá sea este primer DÍA DEL PADRE, en que recalamos
en este testimonio, porque este no será un día mas. Si bien somos conscientes
que la fecha es meramente comercial, en este caso no lo es. La situación
sanitaria y económica por la que atravesamos, hace de la fecha, un sentido
netamente afectivo, mas que nunca en nuestras vidas.
Quienes ya no tenemos
junto a nosotros a los generadores de esta pasión que nos une, ya por toda lógica
de la vida lo hemos asumido. Pero, lo atípico de este día, será que aquellos
que tienen la dicha de tenerlo aun con vida, obligadamente verán cercenada la
posibilidad del encuentro dominguero con toda una familia unida. Los pibes que
aún quizá poco entiendan de estas cosas, estarán privados del beso al abuelo, y
la sobremesa familiar donde en cada rincón, seguramente flota puro aire marrón
y blanco, con el flameo de los banderines que sellan una marca indeleble. “HOGAR
DE CEPA CALAMAR”.
Por ello, hemos esbozado este collage histórico con
personajes de ficción, para que cada quien en su corazón, puedá corporizar a
cada uno de los supuestos personajes.
El haber vivido orgullosamente gran parte de nuestros
días en el quehacer del Club, también podremos darle vida imaginaria a estos
personajes robados a la tecnología, recordando a tantos consocios que nos hemos
sabido ganar y respetar.
Pero nos queda a todos la esperanza que dentro de 365
días, nuevamente, aunque con año más sobre nuestras espaldas, podremos retornar
a esos encuentros familiares, junto a quienes un día cualquiera de hace muchos
años, tuviera la feliz idea de imaginar, ¡¡¡ESTOS SERÁN LOS COLORES INDEMNES
QUE LEGARE A MIS PROXIMAS GENERACIONES FAMILIARES!!!
¡¡¡Feliz día papa!!!, aquí o
En cielo, que bien te has ganado.
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