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uienes en la noche de ayer, presenciaran
el partido entre Banfield y Boca Juniors,(este con un equipo de pibes) y se
consideran capaces e analizar un partido de fútbol, propiciando en la segunda
fecha la eyección de un técnico, demuestran una total inocencia, tienen una venda en los ojos, o bien, son
proclives a promover un verdadero desastre económico en nuestra entidad.
Banfield de LOCAL, y en un auténtico gesto de caballerosidad deportiva, RESPETO A SU DISMINUIDO RIVAL, y tal como correspondía no abusó de los pibes, que bien podían haber tenido la mayor decepción moral de su futuro deportivo.
Conociendo a la gente del taladro, y a su técnico Javier Sanguinetti, cumplieron con el compromiso sin herir ni a los incipientes jugadores ni a su INSTITUCION AMIGA. Y aquí bien cabe el viejo slogan “Dividieron honores”, pero con HONOR VERDADERO
El elenco de la banda verde, tuvo varias oportunidades de convertir y por esas “cosas del fútbol” la pelota siempre salía afuera. Más aún, los locales siempre estuvieron prestos a cuidar a los pibes paternalmente, cuando estos caían al piso por un golpe, o se mostraban acalambrados.
Un pacto de caballeros que no dejó secuelas ni deportivas ni morales para un equipo diezmado, con un promedio de edad de 18,5 años promedio.
Si a alguien le queda alguna duda sobre lo expuesto, solo deberá volver al video del partido. El resultado pudo haber sido catastrófico para boquita.
Esto dista totalmente de aquello que debimos sufrir en 1971, cuando los inescrupulosos jugadores de INDEPENDIENTE NOS PROPINARAN UN NEFASTO 11 A1, con “el cabecilla matón” J.O. PASTORIZA.
ESTO EXPUSIMOS EN ESTE BLOG, NO HACE MUCHO TIEMPO