DE PLATENSE, DE SAAVEDRA Y FANA
DEL POLACO ¿Qué más?
E |
n el permanente deambular por los
pasillos de las radios, ocurre que nos cruzamos con personas que nos resultan
afines, aún sin haber tenido nunca un dialogo, más que el saludo cordial de
rigor. Pero seguramente a muchos de los mortales les pudo haber ocurrido. ¡¡A este
pibe lo conozco más allá de los medios!!! Algo me une, es la perspicacia que
solemos tener cuando esta a la larga se transforma en realidad.
Este calamar disimulado entre micrófonos y computadoras, es el destacado periodista MATIAS LONGONI, dúctil periodista gráfico y hacedor de exitosos ciclos radiales y televisivos “BICHOS DE CAMPO”, en temas relacionados con el agro.
Con la celeridad que imponían las circunstancias, allí se inició un breve dialogo. ¿De donde sos y como te hiciste calamar? ¡¡¡Uh es largo!!! Fue la respuesta con su felicidad enmarcada en su rostro. Con los días, gentilmente me envía un correo contándome su rica y nada grata historia. Lo que demuestra que PLATENSE genera adeptos, simpatías y una misma pasión indisoluble.
Y así con la capacidad de síntesis de un periodista avezado, nos cuenta su historia, donde menciona a sus amigos, PLATENSISTAS DE CUNA, que por supuesto conozco.
Matías Longoni
"Hola
Mario, perdón la demora en contestar. Suelo separar las cosas que debo
responder y luego tardo en hacerlo.
Un gusto
conocerte.
Diría que
soy calamar por adopción, pero sin derecho a devolución.
En
realidad nací en La Plata en 1968 y me hice hincha de Estudiantes. Pero en
Permanecimos
en el exilio hasta el retorno de la democracia y cuando finalmente volvimos, en
febrero de
Me hice de
Platense inmediatamente y lo iba a ver bastante a la cancha en aquellos
momentos gloriosos en los que vos fuiste secretario, a principios de los
noventa. Recuerdo los tres jugadores en un partido de la selección (Cristante,
Espina y Spontón, creo que contra Chile) y las nueve fechas punteros. Recuerdo
cómo le empatamos el partido en tiempo de descuento al bravucón de Chilavert.
Recuerdo corridas, gritos, piedrazos.
Y como me
hice de Saavedra y de Platense por adopción, en 1997 también me apropié un poco
del Polaco Roberto Goyeneche, al escribir su primera y única bibliografía:
"El Polaco, la vida de Roberto Goyeneche", originalmente de editorial
Atual y recientemente reeditada.
Luego la
vida y el oficio de periodista me fue llevado por otros rumbos, pero nunca más
puse en duda ni bajo revisión mi pertenencia a Saavedra y a la hinchada más
fiel, pasara lo que pasara. Sigo yendo a la chancha cada vez que puedo, con mi
amigo Claudio Vitale, con mi amigo Pipo Bonifacio, y cada vez que se puede, con
mi hijo Marcos, que se está haciendo tan hincha de Platense como yo. Con una
diferencia, él vivió toda su vida en Saavedra, en Cramer y Vedia, a pocas
cuadras de la cancha. No es un chico necesitado de patria como lo fuí yo.
Eso me
provoca una enorme alegría. Algo ha mejorado en este país, a pesar de
todo.
Matías
Muchas gracias Matías, y seguramente pronto, tal lo permitan las circunstancias, nos encontraremos en el mismo "boliche" que por casualidad, nos tiene como parroquianos habitúes. Tema, PLATENSE.