Convicción

"NO ME PREOCUPAN LOS GRITOS DE LOS DESHONESTOS, DE LA GENTE SIN ESCRÚPULOS Y DE LOS DELINCUENTES...MÁS, ME PREOCUPA EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Nelson Mandela

“En la vida uno puede hacer lo que quiera, lo que no se puede es evitar las consecuencias”.

miércoles, 7 de abril de 2021

AÑO XII-N°2698-EL CALAMAR ¿UN BICHO DE CAMPO?

 

   DE PLATENSE, DE SAAVEDRA Y FANA

DEL POLACO ¿Qué más?


E

n el permanente deambular por los pasillos de las radios, ocurre que nos cruzamos con personas que nos resultan afines, aún sin haber tenido nunca un dialogo, más que el saludo cordial de rigor. Pero seguramente a muchos de los mortales les pudo haber ocurrido. ¡¡A este pibe lo conozco más allá de los medios!!! Algo me une, es la perspicacia que solemos tener cuando esta a la larga se transforma en realidad.



Menguada en parte la pandemia, a comienzos  de año cuando PLATENSE aspiraba a aquello que se hiciera realidad, esos cruces furtivos casi silenciosos, clarificaron aquel presentimiento. Este pibe  era de PLATENSE. Sus colegas lo saludaban eufóricos por el triunfo obtenido. Y era cierto, me unían en el microclima que surgían de nuestros cruces, una misma pasión ¡¡¡PLATENSE!!!

Este calamar disimulado entre micrófonos y computadoras, es el destacado periodista MATIAS LONGONI, dúctil periodista gráfico y hacedor de exitosos ciclos radiales y televisivos “BICHOS DE CAMPO”, en temas relacionados con el agro.

Con la celeridad que imponían las circunstancias, allí se inició un breve dialogo. ¿De donde sos y como te hiciste calamar? ¡¡¡Uh es largo!!! Fue la respuesta con su felicidad enmarcada en su rostro.  Con los días, gentilmente me envía un correo contándome su rica y nada grata historia. Lo que demuestra que PLATENSE genera adeptos, simpatías y una misma pasión indisoluble.

Y así con la capacidad de síntesis de un periodista avezado, nos cuenta su historia, donde menciona a sus amigos, PLATENSISTAS DE CUNA, que por supuesto conozco.


              Matías Longoni              

"Hola Mario, perdón la demora en contestar. Suelo separar las cosas que debo responder y luego tardo en hacerlo. 

Un gusto conocerte.

Diría que soy calamar por adopción, pero sin derecho a devolución.

En realidad nací en La Plata en 1968 y me hice hincha de Estudiantes. Pero en 1975 mi padre debió huir a Perú corrido por a Triple AAA, simplemente porque era militante de la juventud universitaria peronista de esa ciudad. Y un año después, luego del golpe militar de marzo de 1976, debimos seguirlo todos nosotros, su familia.

Permanecimos en el exilio hasta el retorno de la democracia y cuando finalmente volvimos, en febrero de 1984, a mis padres les costaba bastante volver a La Plata, donde habían perdido muchos amigos. Por eso al breve tiempo nos instalamos en Saavedra y yo hice de ese barrio algo así como "mi patria recuperada". Me había ido con siete años y volvía con 15. Era evidente que necesitaba echar anclas y este fue mi lugar. 

Me hice de Platense inmediatamente y lo iba a ver bastante a la cancha en aquellos momentos gloriosos en los que vos fuiste secretario, a principios de los noventa. Recuerdo los tres jugadores en un partido de la selección (Cristante, Espina y Spontón, creo que contra Chile) y las nueve fechas punteros. Recuerdo cómo le empatamos el partido en tiempo de descuento al bravucón de Chilavert. Recuerdo corridas, gritos, piedrazos. 

Y como me hice de Saavedra y de Platense por adopción, en 1997 también me apropié un poco del Polaco Roberto Goyeneche, al escribir su primera y única bibliografía: "El Polaco, la vida de Roberto Goyeneche", originalmente de editorial Atual y recientemente reeditada. 

Luego la vida y el oficio de periodista me fue llevado por otros rumbos, pero nunca más puse en duda ni bajo revisión mi pertenencia a Saavedra y a la hinchada más fiel, pasara lo que pasara. Sigo yendo a la chancha cada vez que puedo, con mi amigo Claudio Vitale, con mi amigo Pipo Bonifacio, y cada vez que se puede, con mi hijo Marcos, que se está haciendo tan hincha de Platense como yo. Con una diferencia, él vivió toda su vida en Saavedra, en Cramer y Vedia, a pocas cuadras de la cancha. No es un chico necesitado de patria como lo fuí yo. 

Eso me provoca una enorme alegría. Algo ha mejorado en este país, a pesar de todo. 

 Te mando un abrazo grande y quedo aquí cualquier cosa que necesites." 

Matías

Muchas gracias Matías,  y seguramente pronto, tal lo permitan las circunstancias, nos encontraremos en el mismo "boliche" que por casualidad, nos tiene como parroquianos habitúes. Tema, PLATENSE.