Convicción

"NO ME PREOCUPAN LOS GRITOS DE LOS DESHONESTOS, DE LA GENTE SIN ESCRÚPULOS Y DE LOS DELINCUENTES...MÁS, ME PREOCUPA EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Nelson Mandela

“En la vida uno puede hacer lo que quiera, lo que no se puede es evitar las consecuencias”.

martes, 17 de junio de 2014

AÑO IV-Nº961-A.F.A/JUGADORES


Asociación del Fútbol Argentino
Gerencia del Registro de Jugadores
Boletín Complementario Nº 22/2014
Buenos Aires, 17 de Junio de 2014.-
No se registran altas ni bajas referidas al C.A.P.

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A nuestros lectores
Algunos leedores, creemos que asociados de PLATENSE, nos escriben textos vehementes con críticas y acusaciones hacia la comisión directiva, personas, jugadores, técnico y los más, hacia el titular de la institución, para que los publiquemos,

Este medio, quizá el menos leído de los varios con que cuenta la nube cibernética de estos tiempos, desde sus inicios, se valió por la propia opinión, mas la de calle, del barrio, del boliche, donde se respira aire netamente calamar, derivado de verdaderos cultores de un mismo sufrido sentimiento.

Nosotros somos de la vieja camada social, donde no existían estos novedosos chiches virtuales, ni redes sociales. Hemos crecido con la imagen de aquellos verdaderos socios, con atributos de hombría, que resistían los equívocos de los directivos de turno, y que sin el uso de mensajero electrónico, se les plantaban frente a frente para dirimir opiniones.

Esto lo vivimos desde el llano como socios y también cuando nos tocara ser dirigentes. Entendemos que ese es el camino, el frente a frente, con respeto, sin agresiones, pero con la impronta de la presencia física, sin la necesidad de recurrir al estilo del comodísimo chimentero de mandar mensajes sin rostro, para lo cual no nos prestamos.

Por lo tanto, pedimos disculpas a quienes se molestan en escribirnos, no tiene sentido. No obstante gracias. Nosotros damos nuestra opinión, que puede ser correcta o no, aceptada o no, pero nunca voceros de quienes desde el teclado y el calor de una estufa, quieren solucionar las adversidades de un club que requiere presencia, y no de lamentos literarios.