¡¡¡En QUE PLATENSE DESAPARECÍO!!!
C
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uando esto que vamos a narrar ocurría, eran tiempos en
que resultaba difícil entender a nuestros mayores, el repiquetear con una
muletilla casi cansadora, ¡¡¡Como pasa el tiempo!!! No resulta fácil para los
pibes, el entender aquello que resultara utópico, y que los años nos
demostraran que es así, sin ambages.
Recorrer la vida repasando fotos e imágenes guardadas
en cada retina, hacen que estas se transformen en una película, plagada de
infinidad de escenas y protagonistas, que precisamente por el inexorable paso
del tiempo, se van insertando en el arcón de los recuerdos, como hechos únicos
e irrepetibles.
Cuanta
razón tenían aquellos que ya habían visto la vida y protagonizado aquellas
películas, que hoy nos toca rebobinar a nosotros, como testigos fieles de su
filmación.
Escenas felices y dolientes, así como lo es la existencia. Así fue transitando nuestro mundo en PLATENSE. Aquel club que por esas
cosas que nadie podrá explicarnos, nos
cautivara locamente para ingresar a sus entrañas con un ciego amor
indeleble, tan grande, que no existirá ser alguno al que le permitamos tantos
desencuentros y frustraciones, mas que alegrías.
El
tiempo pasa, y hoy nos retrotraeremos al año 1971, cuando nuestro club sentía el primer cimbronazo institucional. Por
lógica también, y como producto de ello, se
desplomaba trágicamente en lo deportivo.
Allí
aprendimos que no era nuestra inocente e indefensa Institución la que nos
clavaba el puñal, sino que fueron los hombres, quines entre bambalinas rompían
irresponsablemente una secuencia de felicidad plena.
Abruptamente
un día se hizo realidad algo que todo un barrio y aledaños, comentaba a voces. ¡¡¡Platense se va!!! Si
se va, debe dejar el predio en el que habíamos potreado de pibes, por un
insólito capricho de los mortales.
Nos
quedábamos sin fútbol, sin los aviones, sin los campeones de paleta y sin ese
suelo que nos viera crecer. Nada ya era de PLATENSE. Un día las fajas blancas con sellos y firmas de la justicia, cortaban
nuestros corazones como el canto de un filoso papel. Todos los accesos quedaron
vedados.
Pero
el latido de ese escudo indemne con forma de corazón, que por años quedara en
lo que fuera Manuela
Pedraza 2880 como fiel testigo de un rico pasado, no
había quedado inerte, por el contrario, los latidos se aceleraban para capear
semejante vendaval. Fue así que un grupo de pibes, el presidente Dr Marino
tenía 36 años, nos arremangamos y a ponerle el pecho a las balas. Solo nos
quedaba el predio de la sede social y un precario e incipiente espacio en Vicente López con la
pileta, las canchas de tenis, pelota a paleta, un quincho de paja y un
escenario, que supo recibir a los artistas mas encumbrados de la época,
posicionando al club, en el segundo lugar de la zona norte en asistencia de
público, en cada carnaval y sábados de primavera verano. El club por entonces
con el auge de Vicente López en lo social y familiar, aglutinaba 25.000 socios.
Estos
eran los únicos ingresos económicos, conque se debían afrontar 175 juicios, un equipo en primera B,
alquilando canchas y la urgencia de volver al círculo privilegiado.
CLIC PARA AMPLIAR |
ALMUERZO
EN EL PATIO DE LA VIEJA
SEDE EL 25.05.1973-
500 CONCURRENTES-FOTO TOMADA
DESDE EL PRIMER PISO, ARRIBA DE LA PRECARIA PENSIÓN DE JUGADORES-AL FONDO LA CALLE AMENABAR
Asi, con la simpleza de crear confianza entre los socios, y el trabajo mancomunado de directivos jóvenes y emprededores, se lograron estas permanentes reuniones que ayudaban a paliar las difíciles situaciones económicas por la se estaba transitando.
Quizá en esta foto, te reencuentres con algún ser querido, quizá estés vos en pena juventud.
Lo único
cierto es que en esta escena, está "PLATENSE" despertándo de un triste letargo,que hoy vuelve a repetirse
FOTO LIBRO 75 AÑOS C.A.P.(Jorge Sepiurca) |
La ochava de NUEÑEZ 2602, en su intersección con AMENABAR
La sede social,
otro de los orgullos del club, estaba totalmente abandonada. Así como se renacía
en otros aspectos, esa misma dirigencia volvió al ataque y con sus propias
manos. Desde el presidente, hasta el último vocal y la colaboración de algunos
socios, se puso nuevamente en valor, al
extremo de reabrir nuevamente el buffet, atendido por los propios dirigentes.
Almuerzos, cenas, bailes, etc. eran parte de los ingresos que reforzaban las
flacas arcas conque se contaba.
Aquello
que estaba al borde de un triste final, lentamente y con la sapiencia y trabajo
de una excelente dirigencia, logró lentamente, como el Ave Fénix, resurgir
de sus propias cenizas.
Quizá
por inexperiencia y la urgente necesidad de poseer la cancha propia, se comete
uno de los mayores errores que observamos desde nuestra óptica. Vender los
terrenos de Amenabar y Núñez, para comenzar a construir el estadio en Vicente
López. Así el C.A.P. dejaba
definitivamente el barrio de Núñez del que fuera un verdadero icono, como fiel
representante de la zona norte porteña.
Hoy,
y con la experiencia del tiempo adverso transcurrido, nos preguntamos, porque
no se quedó el club con una porción de aquellos cuatro lotes, para dejar
sentadas sus bases en el barrio que lo acunó casi desde su fundación. Pero tal
como lo expresamos antes, la inexperiencia, la necesidad imperante de efectivo
para un estadio propio y sin la costumbre hoy arraigada, de quedarse con
parte de la posesión dentro de un gran
consorcio, hicieron que también un día de 1974 esa casona de dos plantas de
estilo colonial, fuera visitada por la
inexorable piqueta para su destrucción
definitiva.
A 45 años de aquellos despojos obligados, no entendemos como nuestros dirigentes, de1999 a
la fecha, tienen la osadía de poseer dilapidados infinidad de espacios ociosos
que puedan generar ingresos genuinos. Esto se da en el predio de Vicente López, en Benavidez y en Galván.
Una vez más los hombres que no por ignorancia, sino por abulia, incapacidad y
otras graves falencias, tienen al club en vilo,presa de una total obsolescencia.
A 45 años de aquellos despojos obligados, no entendemos como nuestros dirigentes, de
Solo las elecciones y el buen
tino de los socios, infamemente engañados en las dos últimas elecciones, deberán
evitar que PLATENSE, decline por segunda vez, a 46 años de su primera debacle
Hoy, cuando se aproxima la inevitable necesidad de refundar nuevamente nuestro Club, entendemos que recapitular una parte de la historia, puede ejercer docencia y aprendizaje hacia quienes, "socios jóvenes y pujantes, de neta cuna calamar", deberán hacerse cargo de una Institución que pide a gritos su redención definitiva.
Dos décadas de oprobio, acentuados bochornosamente en el ultimo lustro, deberán ser motivo suficiente para no cometer los mismos equívocos depredadores, y repetir aquello que nos enseñaran los casi adolescentes dirigentes de los años 70.
Dos décadas de oprobio, acentuados bochornosamente en el ultimo lustro, deberán ser motivo suficiente para no cometer los mismos equívocos depredadores, y repetir aquello que nos enseñaran los casi adolescentes dirigentes de los años 70.