Malas administraciones institucionales,
forjan maléficos resultados deportivos
A
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estas horas
todo un país esta entre desilusionado y desconsolado, por el fracaso rotundo de
nuestra selección nacional. Pero acaso a alguien que vea un poco más allá de la
pelotita ¿no se le ocurrió que este gran desliz deportivo era de presagiar?
En reiteradas oportunidades, prácticamente desde el
inicio de este espacio, y en franca referencia a nuestra entidad, manifestamos
que los resultados deportivos, son el fiel reflejo de los manejos
institucionales.
Y si bien para
muestra sobra un botón, como lo es Platense, en este caso la vejada, es nada
menos que entidad madre del fútbol argentino, la que pauta la realidad de
nuestra convicción.
Pero como a todo mortal, todo pasa, y pasó hasta
llegar a su última morada de la calle Agüero en Avellaneda. Así como una ley
física cuando la tapa de su lápida se cerró, se abrió abruptamente la tapa de
una olla hirviente en su grado máximo de ebullición.
Desde aquel chau Julio q.e.p.d. a hoy, el desmadre y
la anarquía se hicieron presa del fútbol argentino, o mejor dicho salió a la
luz toda la verdad. Hoy de esa A.F.A Institución solo queda su edificio de la
calle Viamonte, y los azorados empleados y dirigentes de baja estopa, que ni idea tienen a quien responder.
En definitiva, una similitud a la reciente década ganada, con sus capitostes en
procesión hacia el edificio de Comodoro Py.
Y aquel “todo pasa" o el "vamos por todo”, en cada
contienda deportiva y de las otras, ya comienza a demostrarse que la mentira sostenida con
prebendas, ha tocado fondo. Hoy nadie sabe que pasará mañana con el fútbol
nacional. El desmadre institucional llegó al verde césped y por ende, a los
resultados deportivos.
En las primeras estrofas de esta nota, poníamos como
ejemplo a nuestro club, fiel reflejo y copia cabal de lo narrado. Tratar de
mostrar lo idílico hasta que un día, la olla marrón rojizo por su temperatura,
salte por los aires y quede demostrado cuanta
“verdura” existiera allí dentro.
Cuando las instituciones son mal administradas, lo
deportivo resulta deplorable, solo bastará relojear las performances que al C.A.P. le cupo en nuestro máximo deporte en los últimos cuatro lustros, para admitir, ¡¡¡Estos tipos tienen razón!!!