ESTRELLAS CON EL SELLO MARRON Y BLANCO, EN EL HISTORIAL CALAMAR
Quizá
porque somos firmes cultores del lema, “Las
instituciones se engrandecen con el fruto de sus sembradíos”, es casi
una constante en estas paginas, encontrar nuestro fanatismo por el
trabajo que se pueda realizar en el labrado de estos surcos y disfrutar los
frutos de sus COSECHAS.
HOY UN GRANDE LA DECADA DEL ´40
Formar
los jugadores que nos representarán en el fútbol grande, es una premisa tan
cierta, como la realidad que a través del tiempo, nuestra INSTITUCIÓN así lo ha
demostrado. Quizá no con la constancia, el fervor y la transparencia que
imaginaran los prohombres de la historia calamar.
Esta
convicción no resulta caprichosa por el mero hecho de repetir aquello que nos
enseñaran los verdaderos hacedores de jugadores, sino que con los largos años
de vivencias en la materia, lo hemos podido comprobar con nuestros propios ojos
y la satisfacción, aunque triste por las lógicas partidas, que con el cuño de
una marca indestructible, “Surgidos de PLATENSE” orgullosamente concibieran exitosamente sus
carreras.
Así
como en los 114 años de vida futbolística de nuestra entidad, en algunos
tiempos, aunque intermitentes, fuera pionera en eso de formar cracks, ello nos
obliga como mayores, que disfrutáramos de estos, a evocarlos como homenaje,
para que las nuevas generaciones los reconozcan en el tiempo y para
desmitificar aquello, que no siempre se conjuga con la parábola “Los hombres pasan y las instituciones
quedan”. ¡¡¡Es muy cierto!!! Pero ¿que seria de las instituciones, si
olvidaran su historia, y con ella a los verdaderos forjadores de ella?
Estas
notas que seguramente repetiremos mientras nos de el cuero, trataremos de
continuarlas dada la cuantía de verdaderas estrellas que nos proveyeran la
fertilidad de nuestras tierras y los labradores de ellas, que con su trabajo
anónimo ofrendaran al fútbol argentino y mundial.
Hoy,
en esta entrega recordaremos a un as”, que conforma un valioso mazo de cartas ya
amarillentas, injustamente olvidadas.
EDUARDO RICAGNI: Uno
de los hombres que naciera en PLATENSE, y que por sus condiciones de excelente
insider izquierdo (10) fuera rápidamente flechado por uno de los grandes de
nuestro fútbol, Boca Juniors. Ricagni, vecino del Club había llegado a este
mundo el 29 de abril de 1926, en las vecindades “del polaco” en Cohglan, (para
los viejos de entonces Saavedra) Conde al 3200, a
cinco cuadras de la mítica cancha de M. Pedraza y Cramer.
Comenzó
su carrera en 1944 con el Club Atlético Platense,(hace 75 años y pico),
debutó tras la partida de otro de los grandes que vistiera nuestros colores,
Juan C. Fonda al Racing Club, en la por entonces interesante suma de
$m/n50.000. A este hombre clave del esquema de Recanattini (D.T.) se le
complican las cosas, y debe recurrir a quien desde hacía tiempo venía pidiendo
pista en la reserva. Eduardo Ricagni, donde
marcó 22 goles en 35 partidos. En
1947, ya los de la rivera, Boca Juniors lo incorporan a sus filas. La venta fue por una cifra exigua, solo $m/n 70.000, para un jugador joven, goleador y con un futuro promisorio.Pero en el año 1947, quien dirigía los destinos del Club como interventor, Don Carlos Seeber, quería firmar la escritura por los terrenos de Vicente López. En 1949, tras un
breve paso por Huracán, el fútbol italiano requiere de sus servicios.
En
1953 fue fichado por la Juventus ,
hizo su debut para el club italiano en una victoria de local por 1-0 contra
el Udinese Marcó 17 goles en 24
partidos de liga. Ricagni pasó al A.C. Milan en
julio de 1954 en preparación para el comienzo de la temporada 1954–55 . Ganó
dos campeonatos
italianos con el Milan, el primero en su temporada de debut con
el club y el segundo en 1956–57, aunque
ya había abandonado el club cuando se aseguraron el campeonato de 1956–1957.
En la "JUVE "de Italia |
Este ya no tan
pibe, poseía doble nacionalidad. Italo-argentino, ya que su padre
Pietro, había emigrado de Italia a Argentina en 1912. Esta doble ciudadanía,
pero siempre con el sello indeleble de nacido en “PLATENSE”, le permitieron
vestir la casaca “azurra”, Fue seleccionado para jugar en tres ocasiones entre
1953 y 1955. Hizo su debut en un 3– 0 victoria en Roma, contra Checoslovaquia el 13 de
diciembre de 1953 en la que marcó un gol.
SIEMPRE, DONDE LE TOCARA JUGAR, LAS ESTADÍSTICAS
Y EL PROPIO JUGADOR EXPRESABAN LA FELIZ REALIDAD, SURGIDO
"DE LAS INFERIORES
DEL CLUB ATLETICO PLATENSE”
Hoy
nuestro homenajeado disfruta de sus jóvenes 93 años
¡¡¡Salud maestro!!!
Quien escribe esta nota homenaje, no lo vio jugar, pero si aún le
repiquetea en su memoria, el recuerdo y admiración que le profesaran sus mayores
y todo calamar de la época.
Es que aún recuerdo que cuando iba con mi madre a la lechería de los Calvo, en la cuadra de Conde, "me decía ese es Ricagni", tio de mi amigo Pichin Davis, integrante la trop de "Tinanes en el Ring"
Es que aún recuerdo que cuando iba con mi madre a la lechería de los Calvo, en la cuadra de Conde, "me decía ese es Ricagni", tio de mi amigo Pichin Davis, integrante la trop de "Tinanes en el Ring"
En su obra "Literatura del Futbol" el gran OSVALDO BAYER, recuerda a Ricagni así:
Osvaldo Bayer: “El fútbol es el juego socialista. Todos juntos para llegar al triunfo” decían los anarcos.
"–Hasta el ‘30, cuando se empieza a comprar y vender jugadores y el juego pasa a ser un negocio. Entonces los anarquistas salieron de ahí y pasaron a jugar en los baldíos y en las canchitas de barrio. En Platense, que estaba en Crámer y Manuela Pedraza, iban a jugar mucho socialistas contra anarcos. Yo viví todo eso por un jugador, Eduardo Ricagni, que estuvo en Platense, Boca, la Selección y terminó en Huracán. Pero yo le tuve muchísima bronca siempre, porque era muy compadrito.
–¿Usted jugaba también?
–Yo quería jugar al fútbol porque me interesaba mucho. Pero había una diferencia. Mi barrio, Belgrano C, era un barrio de alemanes y los criollos no querían saber nada con los alemanes. Y no me daban pelota. Yo tenía unas ganas de agarrarme a trompadas... Para hacerme el simpático me aprendía los equipos de memoria, buscaba un recurso intelectual para que me dieran cabida. Les decía: “¿Saben cómo forma tal equipo?” Y los pibes decían: “Uy, de nuevo este tipo acá”. Un fracaso total...
–¿Nunca pudo jugar, entonces?
–Como siempre ocurre, de pronto faltó un jugador. Era un partido importante contra los de Manuela Pedraza, que eran todos de Platense. Era como cuando en las películas falta el actor y ponen un extra; yo sentía que podía ser una gran oportunidad. El equipo de la calle Arcos, con diez hombres. Ricagni estaba preocupado porque iba a empezar el partido y entonces me llamó para que fuera al arco. ¡Hay que tener mala suerte! En la primera jugada el wing contrario se mete y se mete en el área, queda adelante mío, saca un taco impresionante, me pega en las manos, me las dobla, me pega en la cabeza y yo caigo: gol. ¡Hay que tener mala suerte! Me levanto y veo que Ricagni se me viene encima a darme la biaba. Ahí cometí el más grande error de mi vida: salí corriendo. Me corrieron mis propios compañeros –yo tenía once años–, y corrí mucho más. Entonces me doy vuelta y ahí oigo que Ricagni me grita: “¡Alemán culo de pan!”. Y yo todo avergonzado, por supuesto, nunca más volví.
–¿Se quedó sin una segunda oportunidad?
–Siempre hay un momento para cobrárselas. Pasaron muchísimos años y en el ‘87, yo estaba en Berlín, recibí un llamado de Lita Stantic, la productora de María Luisa Bemberg –feministas, ambas–; me convocaban para realizar el guión de una película sobre fútbol. A mí se me escapó: “¿Ustedes, una película sobre fútbol?” Y Lita hizo como un minuto de silencio y me contestó: “Sí, ¿por qué no?”. Entonces les dije que lo podía hacer, pero les advertí que si hablaba sobre fútbol le iba a meter temasde política y sociología. Me dijeron que eso era lo que querían. Les pedí un día para contestarles y esa noche no pude dormir. Yo no tenía ganas, pero pensé en Ricagni y dije: lo voy a hacer, pero el castigo va a ser no nombrarlo e invitarlo al estreno.
–Y se hizo la película...
–¡Y no lo nombré! Aunque tampoco lo invité al estreno. Después me dio pena y cuando Editorial Sudamericana me pidió el guión para hacer el libro “Fútbol Argentino”, le agregué un texto al final (lee): “No hemos podido nombrar a todos... más de un hincha murmurará: “pero ni siquiera lo nombraron a Eduardo Ricagni, el goleador de Platense y Boca”. Ahí lo nombré a Eduardo. Y eso fue toda mi actuación en el fútbol."
¡¡¡Y sí Ricagni era compadrito como lo expresa Don Osvaldo!!! Cuando Platense recibe a Boca, un entuerto pendiente entre nuestro marcador de punta Sandoval y su ex compañero Ricagni, hace que este lo quisiera sobrar reiteradamente al rudo N°4 , hasta que un momento el ex calamar canchereó demasiado y terminó con una pierna menos. El capitán de Boca, Marante rápidamente recriminó al compañero lesionado " Te lo mereces por canchero b........".-
Así lo expone el único historiador calamar, Jorge Sepiurca, quien vivió esa escena, y lo expresa en su libro 75 años.....