¡¡¡OTRA VEZ SOPA!!!
¡¡¡Cosa de locos!!! Platense, cuando tenía el
plato servido para disfrutar del banquete, insólitamente lo despreció. El
calamar acaba de perder. Si, porque este insólito empate, no sirve
absolutamente para nada y tiene sabor a derrota.
¿Cuál será el virus de la timidez que ataca a todo técnico que llega a
Platense? Otro improvisado más que quiere cuidar
la minúscula diferencia, cuando el equipo, de haber seguido minimamente
haciendo lo del primer tiempo, hubiera aumentado el marcador.
Una película que ya vivimos, desde que esta
conducción, trajera técnicos timoratos que no asumen que están conduciendo -es
una manera de decir- a uno de los grandes de la divisional.
De movida y cuando recién comenzaba lo
que presumíamos una fiesta, el local se puso en ventaja, pero allí Platense rápidamente
reaccionó como corresponde y a los dos minutos empató. El marrón siguió en pos
del objetivo y en la mitad del primer tiempo, marca una merecida diferencia.
Después de esta, lentamente se fue retrasando hasta el final de la etapa.
En el segundo, parece que las ordenes
desde el banco fueron ¡¡¡bien muchachos, ahora a cuidar el
resultado, ya está!!! No está nada, quienes tenemos algunas horas de
tablón, sabemos que el peor resultado es
el 2-1, y lo que corresponde es seguir atacando, más aún ante un rival
diezmado e inferior al nuestro.
¡¡¡Pero nó!!! La orden era replegarse y
desde el comienzo del 2º tiempo, se insinuaba lo peor, el empate. Y llegó, a través de un penal, discutido o no, pero gol
de Colegiales. Ya era tarde, otra vez el desorden, la impotencia y al ataque
sin ton ni son, bien al estilo Platense
del siglo XXI.
Es cierto que a estas horas le achacamos
todas las culpas al responsable técnico, pero el hacedor de estos engendros
futbolísticos a que nos tiene acostumbrados desde su nociva llegada al club, ¿Se puso a pensar que el equipo que
presenta Platense en cada compromiso es bochornoso para defender nuestros
colores?
Otra vez sopa y a esperar que pasa con los
demás, otra vez la lucha titánica por ingresar a un reducido, que de haber
ganado hoy, casi lo aseguraba.
Pero muchachos, esto es así, y lo
seguirá siendo mientras los planteles se formen con intereses de “representante de jugadores” y no como
los que corresponden a una dirigencia
que sienta realmente nuestros colores desde el corazón.
De nada servirán las tradicionales lágrimas de
cocodrilo, que a estas horas puedan rodar por alguna dura mejilla de piedra,
¡¡¡solo será como sempre, pa la gilada!!!