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ebemos
reconocer, que las notas sobre la historia de nuestro PLATENSE, que hemos
vivido a pleno desde la niñez, y que podemos narrar por haber sido observadores
y/o protagonistas, han calado hondo en las nuevas generaciones de Calamares.
Por estos
tiempos, nuestra casilla de correo electrónico es receptora de una permanente cantidad de pedidos de las nuevas fecundaciones calamares, que recurren a “los veteranos” para contar una historia.
Cuando recibimos
estas, más allá de la satisfacción que merece la molestia, automáticamente renacen
en nuestro arcón de la memoria, infinidad de personajes ilustres (por el solo
hecho de haber sido calamares de ley) leyendas, protagonistas, y chismes que hacen a esa historia.
Nuestra
intención es cumplir con todos aquellos pedidos, que provengan no de anónimos,
ni de nombres ficticios, sino de aquellos que nos garanticen su verdadera
identidad.
Queda más que
claro, que para ello necesitamos tiempo material, ya que como queda dicho,
nuestros relatos son vivencias propias de tres cuartos de siglo y no narraciones
que bien se logran a través de papiros (copiar y pegar) que nos legaran como “huella de la historia”, plumas como las
Alfredo Parga, Carlos de la Varga ,
El Veco, Roberto Moreno (todos calamares) o el único verdadero historiador de
la institución, porque la vivió, el recordado Jorge Sepiurca.
Es que
quienes integramos este grupo de los “calamaresdesiempre”, hemos tenido la
dicha, porque así lo quiso la vida, de haber “potreado” en el mismo club,
conociendo todos los rincones, aún los mas escabrosos que poseían esas míticas tres
hectáreas que siempre serán en el imaginario colectivo, el campo de Platense y
su sede, frente a la vieja comisaría 35ª.
A muchos, por
razones ajenas a ellos, no les ha ocurrido lo mismo. Su ubicación geográfica
domiciliaria los privó de todo aquello, palpar, respirar, convivir y acumular experiencias
en marrón y blanco. Esta diferencia no pretende gestar un platensómetro, sería
absurdo, pero si marcar la deferencia o quizá la ignorancia de nuestra parte,
de poder narrar o hablar solo de PLATENSE, otros quizá mas eruditos, sí pueden hablar
de nuestro club y también de otros, que bien puede ser cualquiera, quizá Defensores
del Chaco, Huracán de Corrientes o FERRO CARRIL OESTE.
Aunque mal no
estaría que aquellos que destilan periodismo, y que desde los últimos años están
en la propia cocina del club, puedan ser honestos con la profesión y analizar
el presente, donde tantos desatinos se han cometido con su absoluta y total
complacencia y a espaldas del asociado.
Gracias a
todos quienes se contactan.
Próximamente en “CUANDO PLATENSE ERA PIBE”, hablaremos de “LLEVÉ UN CANALLA Y RESULTÓ UNA JOYA”
MUCHAS GRACIAS CALAMARES