LOS CLUBES CHICOS, ANTE UN PELIGROSO
DESAFIO POLÍTICO
Un tema tan delicado, como el futuro de
los torneos 2018/19, ganó la calle y le han quitado interés a aquellas competencias
que por estos días están en plena disputa.
Aquello que se esbozara a mediados del
año anterior (2017) es el tema que día a día se debate no solo en las oficinas
de los máximos dirigentes de A.F.A., sino también en todos aquellos clubes que
de una u otra manera, se verán beneficiados y otros perjudicados ante tamaño
proyecto. Serán más los perjudicados
Es muy cierto que los equipos que
participan del Nacional B, se ven extremadamente damnificados por el alto grado
de federalismo, que no posee límites geográficos. Viajar permanentemente de un
extremo a otro del extenso país es antieconómico e inhumano.
Aquello que hoy se tiene guardado bajo
siete llaves, parece que se deslizó de la seguridad del cofre del “Chiqui Tapia”
y abre una serie de dudas, para tejer más de una elucubración que echaría por
tierra todo cuanto hoy hace a las ilusiones de quienes pugnan por un
campeonato, tal el reglamento vigente.
Y esto, puntualmente se aprecia en la PRIMERA B METROPOLITANA, además
de aquellos equipos que con gran sacrificio participan en el interior, de los
torneos FEDERAL B Y C.
En los casos de aquellos equipos que por
estos tiempos sueñan con el logro de ser campeones, y visto desde lo
estrictamente económico ¿Les conviene? Más allá de una copa y un austero premio
en pesos, si lo comparamos con la erogación de premios al plantel y sin la
posibilidad de negociar a jugador alguno que se halla destacado, sería un tema
para analizar profundamente.
Dicen que algunos fuman bajo el agua,
nosotros trataremos de hacer la prueba, incentivados por lo ocurrido el último sábado
en cancha de italiano. Un partido disputado en estadio neutral, sin
parcialidades interesadas presentes, un árbitro de torneos empresariales que
debutaba con la premisa de bajar a
Platense, antes de que corte solo, y
quizá elevar a Acassuso, para que ingrese al grupo de privilegio, nos llevan
sin dilación, a al menos dar un par de
pitadas en las aguas borrascosas.
Ahora como corresponde, se abre otro
interrogante ¿Esto lo sabían los dirigentes y por ello prácticamente NO SE
MOVIO EL MERCADO DE PASES, para reforzar los respectivos equipos?
Si hoy, cuando aún faltan once fechas
para el final del torneo, damos una mirada a la tabla, veremos como se van
ubicando aquellos clubes que por historia, cierto poderío económico y político,
conforman el presunto lote de los beneficiados, incluido claro, Barracas
Central.
Se desprende que aquellos que no
asciendan, quedarán en la PRIMERA
B METROPOLITANA, con
la incorporación de equipos de las divisionales C y D, que aparentemente se
unificarían. Ahora sí, los que desciendan del nuevo torneo NACIONAL, casi
definitivamente deberán olvidarse de por vida de participar en PRIMERA
DIVISION.
Estas son nuestras conclusiones, quien
lea el proyecto podrá coincidir o no. De concretarse esta iniciativa los clubes
deberán poner las barbas en remojo, conformando excelentes canteras de
jugadores o bien hacer suculentas erogaciones para contratar jugadores caros,
acordes a lo que será un difícil torneo. ¿PLATENSE EN CUAL SE ANOTA?
Para muchos, lo planteado puede resultar
un delirio. Quizá lo sea, tómenlo como una fabula de septuagenarios extraviados.
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“La reunión de Comité Ejecutivo
de la Superliga ,
que se llevó a cabo en Puerto Madero, arrojó algunos datos concretos respecto
de cómo se desarrollará el fútbol de elite en Argentina en la próxima
temporada. En el encuentro, que estuvo encabezado por el
presidente Mariano Elizondo, se definió que los clubes respetarán
el estatuto y no habrá descensos a fin de año. Y
hay un formato de competencia que ya toma fuerza, y que será tratado en el
próximo encuentro.
Al final de la
presente edición de la Superliga ,
como ya estaba estipulado, habrá cuatro descensos y dos equipos ascenderán
desde la B Nacional.
Y por ahora el fútbol argentino no se alineará con el calendario Conmebol,
es decir, continuará con sus certámenes de agosto a junio, excepto por la Copa Argentina.
La confirmación implica que no habrá
descensos a fin de año, una especulación que había tomado
cuerpo. La segunda edición de la
Superliga también comenzará en agosto, con 26 conjuntos.
Cuatro descenderán en junio de 2019 y dos representantes de la BN se sumarán a Primera.
Hoy la
opción que reúne mayor consenso es la de un torneo largo, a una rueda,
como se está desarrollando la edición actual. Como contaría con 25 fechas, sobrarían
fines de semana. En consecuencia, crecen las posibilidades del
nacimiento de un nuevo torneo: la Copa de la
Superliga.
Las definiciones en cuanto al formato llegarán en el
próximo cónclave. Mientras tanto, la
AFA
deberá resolver cómo se disputará la B Nacional 2018/2019, que también
está en debate.
Hay un proyecto que
contempla el ascenso masivo de equipos del Federal A
y de