EL OBJETIVO ERA GANAR ¡¡¡Y GANO!!!
INDEPENDIENTE R. 0 - C. A. PLATENSE 2
PUDO SER GOLEADA
Otra jornada de suspenso y genitales de
moñito, se iniciaba esta tarde soleada en el Bautista Gargantini de Mendoza.
Allí, nos esperaba un equipo difícil que
en lo va del torneo mantenía una paridad numérica en la tabla, al igual que
PLATENSE ahora.
Todos los simpatizantes de “la lepra”
cuyana atestaron el estadio, con un aliento que comenzara mucho antes del
inicio del juego. Pero el calamar con jugadores si bien jóvenes, con experiencia
en estos escenarios, no arrugó ante el bullicio que hacía eco en la cordillera.
Cuando el arbitro Zunino hiciera sonar el
silbato de arranque, Platense rápidamente se fue al ataque, encontrando una
defensa local aún descolocada y sorprendida por esta agresividad prematura. Fue
así que casi a los 3´, después de un lateral prematuro, una falta sobre Marcich que aprovechando un hueco se
mandaba por izquierda, provocó que el mismo se hiciera cargo del tiro libre,
bien el ángulo izquierdo de Centurión, y que este con la ayuda del travesaño, lograra enviar al corner como
extrema salvación.
¡¡¡Y Platense VA!!! Siguió en el ataque,
aprovechando su dominio del medio campo, y a los 9´tras un centro perfecto
desde la derecha de B.Schelotto, permitiera un eficaz cabezazo de M. Pellegrino
que terminara descolocando al arquero local.
Platense, siguió en la suya, mientras
Independiente R., crecía en el juego, siempre bien conjurado por los centrales
y la implacable defensa marrón.
Corría el minutero y el nerviosismo de
los locales desde las tribunas, llegaban al campo de juego. Así con tres
minutos de alargue Zunino de buena actuación, da por finalizada la primera
etapa. Aunque también el nerviosismo se intuía en el amplio espectro de
televidentes lejanos al teatro de los acontecimientos.
En la segunda etapa Platense siguió en la
suya, paz, tranquilidad y algo de juego hilvanado, aunque los dueños de casa
mejoraran su tarea y arremetieran en un par de ocasiones ante el arco del
siempre seguro Cozzani.
En dos oportunidades Platense pudo haber
aumentado el marcador que fueran increíblemente desperdiciadas por G. Mainero,
quien solo frente al arquero las elevó por sobre el travesaño. Se fueron
produciendo algunos cambios, entre ellos el ingreso de R. Martínez, y ya cuando
había expirado el tiempo reglamentario, el hijo de quien soñara una estrella,
en la primera pelota que toca y con gran capacidad para colocarla lejos de
Centurión, lo dejó a este revolcándose en la línea mientras se consumaba el dos
a cero justo y definitivo.
Bien podríamos como remate a esta reseña,
utilizar las siempre codiciadas tres “G” Una sí, extremadamente valiosa, “se
GANO”, otra podría haber sido estentórea se goleó, y la tercera “gustó la
actitud del equipo”, cosa que los siempre insatisfechos de paladar negro, no
compartirán.
En definitiva, había que ganar los seis
puntos y se los ganó con total y absoluta dignidad. ¡¡¡BIEN CALAMAR!!!