falleció el ex arbitro Guillermo Nimo.
Aun mantenemos en las retinas, cuando en el épico estadio de Manuela Pedraza y Cramer, desde debajo de nuestra ubicación en la tribuna sobre la boca del túnel, aparecía aquella figura que ya se insinuaba disimil al común de los árbitros conocidos. El fútbol argentino reincorporaba nuevamente a los hombres de negro del país, después de la incursión de los referís ingleses de los años `50. Nimo perteneció a aquella camada. Su salida del túnel era un clásico. El silbato pendiente de una gruesa cadena dorada, que hacía girar sobre su dedo indice, significaba su salida a escena entre aplausos y silbidos. Nimo era eso, su personalidad despertaba amores y odios.
Con la muerte de Nimo, se va un pedazo de la historia del fútbol argentino. "Yo lo veo así"