Convicción

"NO ME PREOCUPAN LOS GRITOS DE LOS DESHONESTOS, DE LA GENTE SIN ESCRÚPULOS Y DE LOS DELINCUENTES...MÁS, ME PREOCUPA EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Nelson Mandela

“En la vida uno puede hacer lo que quiera, lo que no se puede es evitar las consecuencias”.

martes, 29 de enero de 2013

AÑO III-Nº609- Dos chicos que supieron ser grandes



CLUB A. CHACARITA 
CLUB A. PLATENSE
ARBITRO:Nicolás Lamolina
DOMINGO 3 DE  FEBRERO-17,30HS
"Charlas con el abuelo"
Uno de los nuestros que jugó en los dos equipos
"Aquel crack de Conde al 3200"

1944-1946
(22)GOLES
1947-1949
(20)
1949-1951
(39)
1952
(30)
Jugo en la selección de Italia

1953-1955
 (2)
EDUARDO RICAGNI













En esta ocasion, y llevados por la nostalgia evocamos a uno de los grandes que surgiera de nuestro semillero. Eduardo Ricagni. Comenzó su carrera en 1944 con el Club Atlético Platense, marcó 22 goles en 35 partidos. En 1949, previo paso por Boca, se incorporó a Chacarita Juniors donde anotó 39 goles en 78 partidos. Se consagró en Italia .

¡¡¡Tenerlo hoy!!! ¿Nooo?

Breve historial CHACARITA-PLATENSE
Se enfrentaron en el profesionalismo en 87 oportunidades. 

Platense logró 31 triunfos con 145 goles. El funebrero gano 28 veces con 128 tantos.
Empataron en 28 ocasiones 

Chacarita nunca le pudo ganar a Platense en su estadio de Vte. López. 

Ese pibe que  fue  y no volvió



El próximo domingo Platense visitará una vez más a Chacarita en las lomas de Villa Diehl o Villa Maipú, como quieras. En ese predio calamares y tricolores supieron de epopéyicos encuentros, cuando ambos fueran los verdaderos animadores de su permanencia en primera o aquella vieja primera B que les tocara transitar.



Platense recorrerá apenas dos kilómetros, que son los que separan la geografía de ambos estadios, pero ya en aquel predio de San Martín no estarán las viejas y crujientes tribunas de madera, porque  ahora son de cemento. Pero lo que más nos toca en esta peregrinación a la que nos lleva el fixture, es que tampoco estará aquel pibe que en 1979 fue a ver a su querido Platense y no volvió nunca más.


Ese pibe era de los nuestros, y una bala de las que ya comenzaban a reemplazar a los cascotazos, dio en la cabeza de un inocente, cuando el partido había terminado y su destino era su casa de Cramer y Juana Azurduy. Era “el turquito”, ese pibe sano y feliz que hizo como nosotros de Platense su segunda casa. Estos vecinos del fútbol jugarán una y mil veces, pero siempre en nuestras retinas quedará en la calle Gutiérrez de Villa Diehl o Villa Maipú, como quieras, aquella imagen de impotencia ante el cuerpo inerte de un calamar, victima de la demencia criminal.