Un insólito momento
Una fuente muy creíble, y
que viviera el hecho, nos comentó una insólita situación que le cupo transitar a
la gente de la segunda disciplina en la tradición y predicamento, que hacen a
la vida deportiva de nuestra Institución,
el basquetball
En ocasión de recibir en
nuestro gimnasio al rival de turno, Temperley, para la confrontación de rigor
que imponía la programación Los celestes, contrariamente a todo lo imaginable,
llegaron a Vicente López acompañado con un nutrido grupo de simpatizantes, pero
estos, no eran los clásicos aficionados al deporte del aro, sino que en una
gran mayoría que excedía la lógica, eran “barras
y de los pesados”
Ante la situación de desborde, los
responsables de este deporte calamar, que por reglamento contaba con solo dos (2) agentes policiales, le
recriminaron al “presidente” ¡¡¡sí
al presidente del club!!! del sur, la presencia de estos personajes que para
nada venían a ver el juego, sino para alentar al estilo que todos conocemos. El
titular visitante, alegando que todos tenían su entrada (llegaron con estas en
mano) bajo ningún concepto los podía desalojar del predio, porque le resultaría peligrosamente imposible.
Ante lo que se presumía como
un posible mal clima a la hora del partido, los dirigentes del C.A.P. tenían
tres opciones. Una, la más lógica, llamar
a la 2ª de Florida para reforzar la seguridad, cosa casi imposible dado la
falta de personal, “o que se encuentre cerrada la dependencia” otra pedir la suspensión
del partido, algo que seguramente traería serios problemas y una tercera, que
fue la optada, aunque extremadamente riesgosa. Recurrir a nuestra barra,
habitualmente ajena a este deporte.
Y así fue, solo bastó un
llamado telefónico, para que de inmediato se hiciera presente una nutrida “banda”
de un barrio cercano, para equiparar fuerzas en las gradas. Por suerte, los celestes se destiñeron y
todo terminó en paz.
¿Cómo hubieras actuado vos?
Sin dudas la respuesta no
será fácil de discernir, tanto como dirigente o como simple asociado. Platense
que en esta disciplina ha crecido a extremos impensados, deberá aumentar la
seguridad, y los socios convendrán prestar mayor apoyo a un deporte que al
menos por estos tiempos, es el único que
le ha dado cierto predicamento a la institución.
¡¡¡Jugada peligrosa!!!
Es casi un hecho que quien
hoy conduce el básquet en Platense, Fernando
Wendt, será uno de los candidatos mas firmes para ejercer la próxima
presidencia del club, pero resulta extremadamente riesgoso para su futuro, el
tener que recurrir a estos personajes, que después pasan factura con “iva y ganancias”
incluidos.
¿Quedaba otra? Cada quien sacará sus
propias conclusiones.