CON LOS TWITTER, NO ACLAREN QUE OSCURECE
Quienes ya sumamos varias décadas
mirando el rodar de la pelota, sinceramente nos alarmamos por el estilo, que
por estos tiempos ha invadido en cierto sector del periodismo con la modalidad
del uso de las seguramente para muchos “sofisticadas redes sociales”. Para
nosotros los veteranos, si bien valoramos y mucho el avance tecnológico,
entendemos que las mencionadas REDES SON SIMPLEMENTE BASURA, para el EJERCICIO
DE LA ESTUPIDEZ.
Viejos telegramas adaptados al
modernismo, que permiten que cualquiera se haga de ellas para tirar entre
claves y garabatos ortográficos, es aquello que suponen e inventan so pretexto
de demostrar estar vigentes con la actualidad.
Este breve preludio, viene a cuento al
estilo que ya se ha arraigado en la gran mayoría de los Entes Oficiales, y del
que no escapa aquello que nos atañe. El fútbol.
La Asociación del Fútbol Argentino, cuna
natural de la información, pretendiendo ingresar al menos en esto, en el esnobismo,
también ya informa por medio de los vergonzosos Twitter. De igual forma lo hacen las intentadas
comisiones de prensa de algunas instituciones, no todas, pero sí las
suficientes para valerse de lo que consideran la instantaneidad de las
noticias, para creer que así se informa al instante y mejor.
No todos los portales tienen
correctamente sincronizados estos sistemas y muy pocas se limitan a controlar
el contenido de cuanto escribe cualquier “chichipio”. Con este adjetivo, bien
queda en claro que somos de una vieja guardia, donde el periodismo se ejercía
de otra manera. Sin avances tecnológicos y solo a pulmón. Sin pretender volver
a aquello, bienvenida Internet, sus aplicaciones, y los celulares. Pero todo,
como cualquier herramienta debe ser bien utilizada. Caso contrario no sirve.
No estaría demás que aquellos que hacen
gala del uso de las redes sociales en cuestión, primero aprendan lo que
significa la función del periodismo, que revisen la historia de quienes
forjaran a pleno esta profesión y luego recién se le atrevan a un micrófono o a
un teclado para exponer sus ideas y comentarios.
Hoy
existen muchos pibes y otros ya no tanto, “periodistas” compra espacios, que se
creen tales, por informar en las redes. Sería muy importante que antes dediquen
un poco de su tiempo a aprender a hablar, a cultivar sus rangos de voz, una
correcta dicción y el no hacer tertulias de opinólogos que hablan todos al
mismo tiempo y sin gritar. Esto vale básicamente para los ciclos nocturnos,
donde el oyente huye despavorido.
Sin
pretender profesar una clase de periodismo, ¡¡¡muchachos bajen el tono!!!
Antiguamente los programas deportivos, con espacios alquilados, no era posible
hacer el tipo de radio que hoy se realiza. El locutor de turno, a cargo de las
transmisiones, enseguida te sacaba del aire si no se cumplían estas premisas.
Lo
que ocurre es que hoy, cualquier periodista de medio pelo pone una escuela y te
da un titulo. Hoy cualquier emisora de cuarta con tal de hacer caja acepta
todo.
Sin
pretender hacer nombres de los improvisados de este siglo, seguramente con un
par de verdaderos periodistas u oyentes que lean lo expresado, coincidirán en
esta “sugerencia” y sabrán a quienes nos referimos.
Cuando
en la década del 30´ del siglo pasado, se iniciaran las transmisiones de fútbol
desde los estadios, quienes fueran realmente periodistas, y acudían a la vieja
cancha de PLATENSE, como en la mayoría de los estadios, solo se las tenían que
arreglar con un lápiz, un cuaderno y hacer la cola para utilizar la única línea
de teléfono que existía para pasar una información a estudios centrales o a la redacciones
de los diarios vespertinos. O bien, salir corriendo a una o dos casas vecinas,
que les facilitaran el viejo teléfono de línea.
Hoy las tienen todas a su alcance, pero
carecen de lo más importante. La voz adecuada para el periodismo oral y la pluma para
esbozar en pocas líneas el comentario de los hechos.
Pero no con esto vamos a solucionar las
cosas graves que hoy aquejan a la sociedad, pero sí quizá sirva para a través
de los medios, educar a esta.
Escribir esta modesta apreciación, guste
o no, nos llevó un tiempo material, ¿Lo podíamos expresar en un Twitter? Quizá
sí, solo pensando: ¡¡¡Como los extrañamos Fioravanti, B. Veiga, N. Ibarra, Alfredo
Arostegui, A. Curcu……..!!!
TODO LO DICHO VIENE A CUENTO, A LA
IRRESPONSABILIDAD DE LA A.F.A SOBRE DEFINICIONES CONCRETAS DEL TORNEO PRIMERA
NACIONAL Y A LAS CONFUSAS VERSIONES QUE TIRAN AL VIENTO, AQUELLOS A LOS QUE VA
DIRIGIDA ESTA REFLEXION.