FELIZ NAVIDAD CALAMARESDESIEMPRE |
Q
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ue el
tiempo pasa, es inexorable. Por estos días cuando el “rum rum” del ciudadano
común expresa ¡¡¡Como pasó el año!!! Nosotros los ya veteranos, sin ambages y
reconociendo ¡¡¡Como se pianta la vida!!!, debemos asumir que han pasado los
años, ¡¡¡muchos años!!!
Y este
lapso del tiempo transcurrido, que
sobrepasa mas de medio siglo, nos ubica en aquel Platense, que conocimos joven, casi adolescente, con solo cuatro décadas de feliz y floreciente existencia.
Platense era el Gran CLUB, representativo de todo un barrio, era
geográficamente el icono de referencia para cualquier forastero.
Desde las
amas de casa barriendo las veredas o en las ferias municipales, también
hablaban orgullosamente de su Platense, el poseedor de los colores que
desvelaban a las familias. Abuelos, padres, maridos, tíos e hijos, todos,
sufrían y gozaban con los resultados que inexorablemente, aglutinaba enormes
muchedumbres que a paso acelerado tenían un mismo destino. Manuela Pedraza y
Cramer, los domingos a las 15,30.
Recordamos
cuando desde las cuatro cuadras que separaban a este calamar de la cancha, en
línea recta, 3200 de Freyre, 3200 de Cramer, exactamente a las 10,30 de los
domingos quincenales, los históricos Chingolo, Severo o Chuchita (canchero y
personal de maestranza respectivamente)
enarbolaban las tres banderas(Argentina,
la del C.A.P y la triangular de A.F.A, como símbolos de la oficialidad de la jornada, que
comenzaba a 11,30 con la disputa del partido de tercera, a las 13,30 la reserva
y a las 15,30 el partido de fondo, la primera.
Aquel era
otro Platense, un club de gente sana, sin personajes que deambulaban en busca
de su propio negocito. Fútbol, Básquet (gloriosa época de los aviones) Pelota a
Paleta, bajo la supervicion del recordado turco Rassú, donde ya comenzaban a
descollar Horacio Buscaglia, los Hnos. González (luego campeones mundiales) y
unos pibes que desde abajo, venían pintando lindo para darle fuste mayor a este
deporte, que luego ya en Vicente López, se desmadrara al quedar en manos de
sucesivos quioskeros.
Aquellos
pibes que transpiraban la camiseta marrón y blanca eran Angelito Armas símbolo de este deporte a nivel mundial, Juan
Carlos Precci y Cachito Ballesteros, quien prefirió seguir su otra pasión, ser
guardameta profesional.
Aquel
Platense era una familia, donde todos nos conocíamos por carácter transitivo,
el hijo de..., el nieto de.... y así todo el piberío que tenía su asentamiento en esa
casa donde nos sentíamos cuidados por todos quienes cohabitaban las tres
manzanas. Allí estaba el velódromo, la pista de atletismo, las canchas de
bochas, el mítico buffet y el galpón que albergaba al cerrado grupo de galaicos
que practicaban “los bolos” hasta las dos de la mañana.
En Platense
hemos conocido a infinidad de ilustres personajes. Toda gente de bien, más allá
del contenido de sus billeteras. Todo era por y para PLATENSE.
En esta
nota, queremos refrescar la memoria de aquellos experimentados platensistas,
que seguramente, cuando algún nieto les lea esta evocación, les hará caer un
lagrimón, aseverando que todo lo expuesto fuera así.
En la foto
que presentamos a continuación, vamos a
darle vida a personas que fueran los
popes de la guardia “calamar”.
En varias
notas anteriores, durante los casi siete años de vigencia de este blog, hemos
destacado a “Panza” (Roberto González) “Milonga” (Enrique Sgandurra) y
Gutiérrez,
Estos eran
los verdaderos “poro….”de la hinchada. Sin coca ni morfina, sin paco ni
cerveza, sin porros ni cuchillos. ¡¡¡No nos toquen a los pibes!!! Era su
clásica muletilla en nuestra defensa, la de los jugadores y técnicos. ¡¡¡A PLATENSE NO SE TOCA!!! Su única arma,
eran tremendas cachetadas a la mejilla de quien ofendiera al C.A.P.
provenientes de esas “manazas” como esculpidas para la defensa del honor.
Estos,
junto al gordo Muñiz, Tatín, Tokio y otros tantos, eran los muchachos de la “hinchada”.
No barras bravas, delincuentes, faloperos, amparadas en una camiseta de fútbol.
Era gente de decoro, nata del glorioso PLATENSE.
Mucho
podríamos exponer sobre esta conjunto DE SOCIOS y aquel viejo PLATENSE, pero ya,
y más en esta fecha, se comienzan a empañar los anteojos, porque es revivir
toda una vida paralela a la de la institución que nos pariera a la vida, al
sentido de pertenencia y el primer amor perenne, que queridas de turno jamás pudieran reemplazar. Comienzan a pasar por la imaginaria
pantalla, estrellas del deporte, de amigos, de hechos, anécdotas y hoy no es
día para pucherear.
ABUELO ¿Conoces
a esta gente?
En estos entrañables personajes, está basada parte de la historia de PLATENSE. Por ellos y tantos más, que fundaran los “CALAMARESDESIEMPRE en el CIELO”, hoy elevamos la copa diciéndoles gracias, por haber dado todo por nuestro Platense. Y si alguien faltara en esta toma, hoy como capricho del destino, hace que su nombre, a través de su vástago, sea nuevamente clamado con gratitud, por el pueblo marrón. Ángel Amadeo Labruna.
Ohh ¡¡¡Que
curioso!!! Obsérvese que ninguno de los integrantes de esta foto, preámbulo de
la gran película, luce ningún tatuaje payasésco.