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El puente Saavedra, ya definitivamente
no es, ni será el mismo.
“Otro calamar se fue a la platea alta”
Quienes en la vida necesariamente para
trasladarnos al norte debimos transitar el Puente Saavedra, inexorablemente allí, nos
surgen miles de recuerdos. Desde que nuestras madres tuvieran que hacer un alto
obligado, sobre la vieja Estación Aristóbulo del Valle, para que desde el parapeto
de la Av. Maipú , pudiéramos observar el paso de los trenes, hasta
ya en la adolescencia, comenzar a ver las chicas que “giraban” con destino incierto en busca de su hombre ideal para 15 minutos de amor.
Viejo puente Av Maipu SOBRE ESTACIÓN ARISTÓBULO DEL VALLE (1965) DESPUES LAS GALERIAS HOY, LA FLAMANTE ESTACIÓN INAUGURADA LA ULTIMA SEMANA |
Todo ha cambiado, eran tiempos en que
Platense recién hacia pie en su actual
predio, y donde en lugar de partidos fútbol, enormes muchedumbres se dirigían
cada sábado a los bailes del “Club del Clan”En Platense-2° en recaudaciones de la <zona norte.
Pero para nosotros, los viejos “calamaresdesiempre”,
había alguien que seguía manteniendo ese espíritu propio de quines durante toda
una vida, 60 años de vernos donde jugara el marrón, seguía incólume en su
parada de diarios de Maipú y Del Valle, siendo un hito viviente del siempre
vigente Puente Saavedra, que en cada paso por el lugar, nos obligaba a
detenernos a evocar aquellos viejos tiempos que nos había unido por esos
designios que tiene la vida, SER CALAMARES DE CUNA.
Av Maipu y Aristobulo del Valle- ZONA
CALAMAR
POR SIEMPRE
QEPD
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En ese quiosco, estaba el gordo Roberto, socio Vitalicio, fanático Calamar, cuyo mayor orgullo era exponer los titulares de los diarios de los que dábamos cuenta en la edición de ayer. Roberto se fue hace ya casi un año. Quizá por esas cosas del destino y el pasar sin poder detenernos con el auto, como antes, hizo que ignoráramos de su infortunada partida.
Hoy, en camino a visitar la flamante
nueva estación, se nos ocurrió preguntar por el. La respuesta de su yerno fue
un golpe al mentón. ¡¡¡El gordo falleció hace casi un año!!!
Con la congoja lógica de tan infausta
noticia, medios perdidos en el tiempo y en el ir y venir de la gente, buscamos infructuosamente
aquella escenografía que nos cobijara en nuestra cotidianidad desde la niñez.
No la encontramos, tampoco ya esta el gordo Roberto, el último bastión de
nuestro placer de desandar el camino, en cada paso del aquel viejo Puente Saavedra,
que solo para nosotros, ahora cobija solo recuerdos.