Convicción

"NO ME PREOCUPAN LOS GRITOS DE LOS DESHONESTOS, DE LA GENTE SIN ESCRÚPULOS Y DE LOS DELINCUENTES...MÁS, ME PREOCUPA EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Nelson Mandela

“En la vida uno puede hacer lo que quiera, lo que no se puede es evitar las consecuencias”.

lunes, 14 de marzo de 2011

¡¡¡¡Se puede.....

Y auque costo creerlo, se concretó la imaginaria fiesta dominguera. ¡¡¡Jugamos con Villa San Carlos!!!!, un club de las afueras de La Plata, que respetuosamente, jamás imagináramos debíamos enfrentar.
Pero, el fútbol es así. Para nosotros este encuentro tuvo un significado especial, el reencuentro con un amigo, personal y de Platense. Juntos, recordamos después del abrazo fraterno, aquellas jornadas de  verdadera fiesta, donde juntos éramos protagonistas entre los grandes. Ricardo Rezza, aquel rubio central que triunfara en Gimnasia y San Lorenzo, llego a Platense en 1993, con un elenco de lujo, y colaboradores como el Toti Veglio y Juan Carlos Piris, otra de las glorias calamares. Hoy Rezza esta en el club de su barrio, y “dando una mano, para al menos, permanecer en la categoría”. Tampoco este gran amigo del club, entiende el porque de esta aciaga situación. que hoy padecemos, porque conoció a otro Platense, en pleno crecimiento deportivo e institucional..

Platense ganó, que no es poca cosa. Hay que sumar aún jugando así, como ayer. Lo importante  es ganar para alcanzar un objetivo, participar del octogonal. ¡¡¡¡¡Y se puede!!!! Más allá de lo rudimentario del equipo, si este es atendido como corresponde por parte de la dirigencia, en todas sus necesidades e inquietudes. Porque así debe ser, es parte del éxito a alcanzar.
En esta igualdad de fuerzas mediocre, entre la gran mayoría de los equipos, hoy, sin caer en falsas ilusiones de hinchismo desmesurado, diríamos casi con seguridad que Platense, será integrante del octeto mayor, para pelear un ascenso

Ante la expectativa que se abre en el horizonte, debemos separar nuestras diferencias dirigenciales, para apostar en el equipo. En definitiva, este es el objetivo a cumplir con el conjunto de todos.
En notas anteriores, comentábamos que la culpa de esta situación, no es del técnico ni de los jugadores, son esto que muestran en la cancha. Fueron contratados por dirigentes displicentes, que tomaron el club, para manejarlo tal como lo hacen en sus vidas, en broma.
Queda la esperanza que las tres patas básicas del trípode del triunfo, se unan para revertir lo visto hasta hoy. Dirigentes, cuerpo técnico y jugadores, cada uno en su función, deberán realizar todos los esfuerzos para concretar esta factible realidad.
Este futuro que puede resultar auspicioso, hará que la gente, hoy abatida, desconsolada y escéptica, lentamente se encolumne en este despegue. Para ello, desde la dirigencia se deben tomar medidas institucionales, para salir de la chatura enquistada, y aunque se entienda paradójico, esto se trasladará a jugadores y simpatizantes.

Cabe aquí una reflexión. Los hechos y las actitudes de los socios e hinchas de Platense, nos han demostrado a través del tiempo, que estos están más cerca del club en las malas, que cuando se les ofrece alternativas de éxito. Prueba de ello, es la facilidad con que olvidan las dulzuras de las mieles del triunfo vividas. Un hecho que nunca olvidaremos, marcó un hito históricamente triste y lamentable, demostrando que aquel poderío deportivo en lo futbolístico de la década, nada tenía que ver con la escasa convocatoria de público que promovía nuestro club. 
Copia Fiel de de los registros de la ASOCIACIÓN DEL FUTBOL ARGENTINO
En 1991/92 Platense se clasifica entre los equipos que participarían  de un petit torneo, en pos de una segunda plaza para la primera edición de la copa Sudamericana (Conmebol). El 12 de Julio de 1992, debemos enfrentar a Gimnasia y Esgrima La Plata en el estadio neutral de Independiente. Uno de los integrantes de este grupo de “los calamares de siempre”, nos comenta de aquel bochorno. El por entonces encargado de armar los escenarios, Platense oficiaba de local, calcula ante los responsables de la seguridad de la 1ª de Avellaneda, una presencia de simpatizantes calamares en aproximadamente 5.000 almas. Así se contrata al personal policial y la distribución del estadio, calculando que desde La Plata llegarían 15.000 espectadores. Nada más equivocado. De Platense asistieron a esa final, solo 500 espectadores, si, quinientos, mientras que desde La Plata se detuvieron, detrás del estadio, dos trenes que conformarían un total de 20.000 triperos. Esta es nuestra gente o lo era hace 20 años atrás, en pleno crecimiento institucional y en las puertas de ingresar en el plano internacional. ¡¡¡¡Quedaba lejos la cancha neutral de Independiente!!!!!

Es de esperar, que en esta oportunidad, si bien las condiciones de la convocatoria, son extremadamente opuestas a aquel felíz evento, todos nos unamos para alentar a estos jugadores, que si bien no son un dechado de virtudes futbolísticas, hoy son quienes visten nuestros colores.

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