Convicción

"NO ME PREOCUPAN LOS GRITOS DE LOS DESHONESTOS, DE LA GENTE SIN ESCRÚPULOS Y DE LOS DELINCUENTES...MÁS, ME PREOCUPA EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Nelson Mandela

“En la vida uno puede hacer lo que quiera, lo que no se puede es evitar las consecuencias”.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Apenas 63 años de historia....

Todo tiene su historia y como tal, quienes fuimos participes de algunos capítulos de ella, nos vemos en la obligación de reeditarla por varias razones. Primero, para que los jóvenes la conozcan, de parte de sus protagonistas y luego para entender del porque de ciertas actitudes, de quienes, con el tiempo son parte de esa larga historia.

El Club Atlético Platense, se afinca legalmente en el actual predio de Vicente López, en el año 1947 a través de la firma del boleto de compra venta, que rubrica el por entonces titular de la Institución, en su condición de Interventor, Don Carlos  María Seeber. Al año siguiente, el 27 de Octubre de 1948-se van a cumplir 63 años en pocos días- se concreta el acta de la correspondiente escritura, que le concede legalmente a la institución la potestad de las tierras.

Por esos tiempos, la Intendencia de Vicente López, estaba a cargo de Don Amaro Avalos (1-5-1948 al 23-10-1950)

Ya Platense, poseedor y titular de sus dominios con todos sus derechos, siguió con su residencia originaria del barrio de Nuñez, con la ilusión de realizar en el lugar un gran estadio. Quienes hoy peinan canas, recordarán que en los cupones de  la cuota social de la época, se apreciaba el facsímile de la fachada del proyecto del que sería “el gran estadio de la zona norte”. Por cierto, que con una fisonomía arquitectónica muy disímil a la actual, tema que hemos abordado días pasados.

Como también lo expresáramos en la mencionada nota anterior, a fines de los años ´50, comienzan a construirse las primeras paredes y así durante los ´60, el club fue creciendo ediliciamente, transformándose en una novedosa sede en lo social y deportivo, y que rápidamente aglutinó a una nutrida concurrencia en condición de socios, llegando a los 30.000.
Corresponde aclarar, que todo lo invertido, era del propio peculio del club, con dineros genuinos y para nada se contó con apoyo municipal alguno de ambas márgenes de la Gral. Paz.

A comienzos de los años ´70, Platense se encuentra en estado desesperante, descendido a la B y a punto de perder su estadio de Manuela Pedraza y Cramer. Hecho triste y lamentable que se tornó en realidad a partir de 1971.

En esos tiempos, el club comenzaba una refundación y se hacia imperiosa la necesidad de recomponer absolutamente todo. El club, desaparecía. 120 Juicios, sin estadio, sin plantel, sin nada de nada, solo con 28 voluntades de un joven grupo de socios, presididos por el Dr. Carlos Marino.
Dolidos pero no irresolutos en su accionar, se concreta lentamente la ansiada reconstrucción. Pero, no teníamos cancha y Chacarita, Tigre, Atlanta eran nuestros reductos donde sábado a sábado debíamos confrontar deportivamente, siempre dando las ventajas deportivas del ser los parias del torneo. Solo se imponía una realidad sin dilación, concretar el estadio propio. Y a esto, se abocó la joven conducción refundadora.

Pero en Vicente López existía un problema insoluble. Las medidas del terreno imposibilitaba la concreción de un estadio que pudiera tener las cuatro tribunas perimetrales. Entre las vías del FF. CC . y nuestro predio, pasaba la calle Bogado.

Allá por 1973, alguien había ofrecido la posibilidad de conseguir unos terrenos en el partido de San Fernando Oeste. Aunque no era de nuestro agrado, el Señor Alfredo Ginanni y uno de los integrantes de los calamares de siempre, iniciamos un largo periplo por el distrito norteño, junto a autoridades del mismo, incluido su intendente. Pero este, por razones obvias, no era nuestro lugar en el mundo.

Paralelamente, se iniciaban gestiones ante la intendencia de Vicente López, a cargo entonces del titular de facto, Don Jorge P. Botet (20-9-1971 al 24-5-1973) para lograr incorporar la traza de la citada arteria Bogado, a nuestro predio en forma definitiva. Análogamente esta cercenaba su salida a la Av. Maipú con la construcción de galerías comerciales y un edificio de varios pisos-hoy en estado de abandono y a punto de encontrar la piqueta.

Con la asunción en 1973 del intendente electo, el justicialista Don Carlos Alberto López-Lopecito- (25-5-1973 al 27-4-1976) el H. C. D. aprueba la cesión definitiva de esa apetecida lonja, que permitiría concretar el objetivo final, del que hoy disponemos. Claro que el barrio denominado Panamericano o Platense, era un despoblado casi total y no existió gran oposición de la escasa vecindad que lo habitaba.

Estos funcionarios nombrados, ni concejal alguno o pseudos delegados con apetencias personales, nunca jamás se autodefinieron como hinchas de Platense, ni los salvadores del club, ni pidieron nada a cambio. Solo y por una cuestión de cortesía y agradecimiento, y sin que autoridad oficial alguna lo sugiriera, se decidió por unanimidad de Comisión Directiva que el estadio a construir, llevara de por vida, el nombre de “Estadio Ciudad de Vicente López”

Desde este hecho trascendental, ignorado por muchos, hasta la inauguración oficial del estadio, el 22 de Julio de 1979, por la intendencia del distrito pasaron varios administradores:

Alberto González 24-3-1976 al 27-4-1976
Eliseo A. Marini 28-4-1976 al 4-10-1976
Pedro Augusto Ursini 5-10-1978 al 9-12-1983(Intendente en ejercicio cuando se inauguró el estadio oficialmente) 
Jorge Alberto Sabbattini 10-12-1983 al 10-12-1987 
Enrique García 10-12-1987 hasta el 10 de Diciembre próximo.


Durante todos esos años, Platense era un vecino más, cumplía con sus obligaciones tributarias, y con todo aquello que correspondía desde la legalidad. Claro, que ninguno de estos intendentes, sacaba partido delegando funcionarios oscuros o amistosas relaciones que con total y absoluta impunidad invadían la intimidad de los vestuarios, prometiendo cumplidos económicos, con dineros sin procedencias claras.

En 1991, cuando Platense crecía en forma acentuada, y militaba como franco animador de la máxima división del fútbol argentino y ante la diversidad de permanentes inauguraciones edilicias y la presencia de los grandes equipos del torneo del fútbol grande en su terruño, los que significaban verdaderas fiestas deportivas y el constante renombrar del distrito, en todos los medios,  se produce un acercamiento fluido con la intendencia, a cargo de Enrique García,

Fue así que por una iniciativa del propio intendente, incorpora a algunos amigos de la construcción, en pleno apogeo de los ´90, en trabajos públicos viales en el partido y la nación, para que “lavaran” las hormigoneras en el club, completando el faltante del estadio.
Pero ese altruismo desmedido, posibilitó que uno de esos acólitos del momento, se transformara en representante de jugadores, su gran pasión, y en una operación por la cesión del defensor “camión” Díaz, a manera de factura, construyera finalmente la tribuna sobre la Av. Gral. Paz.

Así pasaron los años, hasta restaurarse y trabarse con alternancias, la relación con el club, hasta la irrupción de un ignoto concejal, en función de delegado gestor, que dejó su pasión boquense para asociarse al club, quizá con futuras pretensiones presidencialistas, fogoneadas por su estrecha amistad con  un ex directivo de tono dorado.

Hoy, la relación parece estar pasando por una dulce luna de miel, pero conociendo a los contrayentes, llegamos a imaginar que pasa por debajo de las blancas y almidonadas sabanas de seda.

Quienes siguen estas páginas, bien saben de nuestra postura. Todo aquello que llega benévolamente, en algún momento pasa factura. Y más aún, cuando esa generosa dadiva populista, es en desmedro del contribuyente común escaso de recursos.

Esta es la historia, o parte de ella. Pasaron veintiséis (26) alcaldes desde aquel 1948, y en 63 años, nunca supimos ni nos interesó de  la simpatía futbolística de cada uno de ellos. Esto era ínfimo, baladí, infantil. Solo sabemos que el actual, es confeso hincha de San Lorenzo.¡¡¡ Y a nosotros que nos importa!!! ¿Si solo este fuera este el pecado?

Muchos a estas horas se santiguan elevando plegarias al señor, para que continué al frente de la comuna este hacedor dadivoso con los dineros públicos. “Platense en 106 años de gloriosa existencia, nunca fue presa de alianzas con político alguno, nunca fue cómplice de solapadas campañas, nunca recibió cheques anónimos de obsequios caritativos en sobres cerrados y menos, concedió espacios publicitarios de privilegio, que en algún momento, quienes administran el club, deberán develar”

Vos, joven calamar, cuando te quieren vender a los falsos próceres dadivosos, recurrí a los libros, de la verdadera historia.

Platense nació, creció y se hizo grande sin apoyo de político alguno. No teman, que sin mecenas, seguiremos siendo lo que debamos ser. El club depende de sus socios genuinos, sus verdaderos dueños. Si alguien cree en su intimidad que hizo algo por Platense por Platense mismo, solo les decimos gracias.