¡¡¡Ay PLATENSE QUERIDO!!!
Tal como lo
expusiera un viejo filósofo, ¡¡¡NADA ES
IMPOSIBLE CUANDO HAY IDEAS!!! Y hoy las hubo, por eso no resultó irrealizable
el objetivo.
Esta tarde contrariamente a cuanto podía intuir el mas optimista
de los calamares, estos, lograron un triunfo altamente merecido y no por la
inferioridad del rival, sino porque Platense, se mostró con eso que venimos
pregonando desde que se iniciara el torneo. Ideas, orden y juego colectivo.
Este Platense ganador, utilizó la fórmula más simple y sencilla
que se pueda exigir para jugar al fútbol. Sacrificio, entrega y pasarle la
pelota rápido y al pie a quienes
vistieran los mismos colores.
De entrada nomás nuestro equipo se plantó firme en el campo de
Ferro, con la convicción que debía y podía ganar. El calamar, contó con una línea de volantes, muy bien reforzada con el retorno de Marcelo Vega, que en su
reaparición y después de un largo parate, parece no haberse olvidado de jugar a
la pelota, complementando en la marca al siempre eficiente Lamberti y desde el
medio creando el juego que estábamos esperando.
La dupla M. Vega y A. Palavecino se hicieron dueños de la creación
que con los aportes de Borrego y Amarilla y algo Tarragona, fueron artífices de
haber horadado a la defensa del verde, que debió como ultima alternativa
recurrir al juego brusco, para frenar todos los intentos del marrón que iba e
iba sin compasión y ordenado.
Las clásicas “mandadas” por los laterales de Infante y
Morgantini fueron medidas, saliendo del clásico estilo que ya conoce hasta el técnico
del Barcelona. Fueron, pero se quedaron al momento de mantener bien plantada la línea
de cuatro. Platense atacaba y defendía en bloque, cosa que modestamente,
entendemos como regla básica para este juego.
Pero, algo sigue faltando en el equipo. Si bien Tarragona con
entusiasmo y criterio participo poco, quizá debió estar más metido en el área,
bien pegado al último hombre. Pero tantas jugadas hilvanadas no eran
suficientes para lograr romper la línea de cinco, conque Ferro planificó defender
el partido. El tandilense Novelli fue demasiado complaciente con los locales,
al menos debió sacar doble amarilla a los cuasi desesperados Díaz y Velásquez,
que ya semi atolondrados, debieron apelar al juego excesivamente brusco y peligrosamente
artero.
Solo quedaba una opción para derribar esa muralla arto peligrosa,
el tiro de media distancia. Y así fue, cuando hubiera un hueco, aprovecharlo, y
así lo hizo Elías Borrego que de un tremendo zapatazo desde afuera del área, lo
convirtiera en el hacedor de un ¡¡¡GOLAZO!!! a solo dos minutos del final de la
etapa. Merecido, aunque esquivo en los números este triunfo parcial del elenco
de Ruiz.
En la segunda etapa, un imaginario colgaje con forma de signo de
interrogación, se anclaba en las pupilas de todo el pueblo calamar. ¿Qué habrá
planificado el técnico? Seguiría con la
formula de los primeros 45´, o cuidaría el exiguo resultado.
No, por suerte los fantasmas de algunos técnicos de ese estilo, desaparecieron
de nuestro banco y a pesar de que Ferro, como era de suponer saliera con todo,
lentamente defensa, y medio campo se fueron armonizando en esa idea inicial, y
nuevamente PLATENSE va y va…Los calamares querían más y nuevamente los verdes
recurrieron al juego de bajar al rival a cualquier precio. Pero, aquella línea
de volantes de la primera etapa, comenzaba a flaquear, Marcelo Vega comenzó a
denotar el cansancio y algunos kilos demás y vino el segundo cambio. Ingresó
Tonetto con la intención de reforzar la línea de volantes. ¡¡¡Solo entró
Tonetto!!! Anteriormente, dos minutos antes, Ruiz apela a un cambio que no
entendimos. Sale Amarilla y entró Cáceres. Este cambio ocurre después de un
furibundo sablazo (no nos quedó claro si de Palavecino o Amarilla) que se estrellara
en el travesaño, cuando el arquero Bailo, ya estaba resignado.
Siguió el partido, Ferro quería pero no podía, un poco
por la ya marcada superioridad calamar y porque la platea local elevaba cada
vez mas, sus murmullos de desaprobación.
Cuando las agujas del reloj seguían su giro, y
Platense acosaba con hambre, esta vez Palavecino con otro tremendo shot desde
fuera del área lo deja al arquero haciendo honor a su apellido, “bailando” en
la red. Esto ocurría a los 83´, y así PLATENSE en ese ataque de orden y por
momentos de juego elegante, salio del Estadio Echeverri, como en los viejos
tiempos ¡¡¡Nos vamos a Saavedra con tres puntitos más!!!
Tres puntos que aparecen como un bálsamo de paz y con la esperanza que con esta formula siga sumando, por ahora, para
mantener la categoría. Platense rompió el maleficio de cuatro partidos sin
triunfos, da toda la sensación que aprendió la infausta enseñanza.