El
partido no lo ganó Barracas Central, lo perdió Platense. Mas de lo mismo, lo de siempre, con la diferencia que la viveza de Zacarías puso el uno a cero, con una
bolea bien de potrero, pero efectiva.
¡¡¡Hay que patear al arco!!! Así como decimos viveza del volante, lo mejor de Platense lejos, debemos marcar la torpeza de Puertas, al
cometer un claro empujón con ambas manos dentro del área, y un penal incuestionable, bien cobrado.
El gol del triunfo del Quemero, fue una muy clara posición adelantada,
pero a nuestra defensa, cada día con más aroma a flan casero, ¡¡¡no le pueden hacer esa jugada en el
área chica!!! Que dicho sea de paso, fue
la única y la mejor del partido.
Ninguno es mejor que el otro, tampoco lo es
Platense, que no muestra un estilo de
juego, dos pases seguidos a un compañero, una jugada pensada y practicada,
ningún definidor de tiros libres. Más de lo mismo en cada presentación, aún
con el más castigado, nunca se sabe cual será el resultado final.
Con
seguridad entraremos al octogonal, quizá cortando
clavos como siempre, pero realmente este
equipo, no dista mucho de aquel, que
los actuales dirigentes, calificaban acertadamente de desastre heredado.
¿Quien
es el culpable de este presente? ¿El técnico, que a pesar del tiempo transcurrido bajo su batuta, no
muestra un plan de juego claro y definido, o los jugadores que aún no lo
interpretan?
Mas de
lo mismo en cada partido, Platense es capaz de
cualquier resultado, como el de hoy, que nos desplaza de una oportunidad ideal
de acercarse al puntero. Es lo que hay, es lo que forjaron los profesionales que manejan el club, que
de fútbol ¡¡¡Saben un montón!!! ¿O
no?
Y como siempre, como cada fecha, a la misma
hora y en el mismo lugar, Nardozza suma gente “fichada” como delanteros, Blanco, Solignac, Molina, Abalos,
Lamanna, cinco que no hacen mucho. Pero, así nos la vendió el gran conocedor
del tema, “el ex representante” y actual presidente del club. Todos los
técnicos ya le tomaron el tiempo al juego ¿…? del Calamar. Así nos pasó en la
primera se rueda, ¿Te acordas?
En síntesis, ¡¡¡Pobre Platense, pobre su
gente!!! Aunque esta se lo merece, es hora que entiendan, que siempre “las
lamparitas de colores” terminan tristemente, en las penumbras de algún lúgubre burdel.