Días pasados, poníamos en un cuadro de honor a un hombre netamente calamar injustamente olvidado. Jorge Alberto Maldonado. Allí decíamos que por esas horas la estaba pasando mal de salud. Hoy con dolor, tenemos que informar a la vieja familia platensista, que Jorge Alberto Maldonado ha fallecido.
Mencionar a este verdadero artífice del buen fútbol, lo fue también de la representatividad del don de gente. Buen tipo, generoso, fiel a sus principios, quienes de pibes lo conocimos, tenemos de el al referente de una generación que lamentablemente ha ido desperdigándose con el paso del tiempo.
Esa prestancia y pinta de bailarín en los círculos centrales de los campos de juego que pisara, era la misma que en sus tiempos, lo tuvieran como el más fiel representante del langa del barrio.
Maldonado, como explicáramos en la nota anterior, fue una de las grandes piedras preciosas que surgieran de la cantera calamar. En 1956, pasó a Independiente de Avellaneda, donde luciera toda su gala del gran centro half, que levantara mas veces la copa Libertadores.
Fue tecnico de Tigre, de clubes del sur del país, y técnico de las selecciones de primera D. Por esas cosas del destino, y quizá marcando y sorteando a la piqueta, con su habilidad característica, hoy en 2012, su casa paterna, en Cramer 3121 permanece indemne al paso del tiempo. Al pasar por ella, la ilusión de niños de aquellos tiempos, nos retrotrae al volver salir al crack, con su destino de entrenamiento en Manuela Pedraza y Cramer..
Los calamares de siempre, hacemos llegar nuestro pésame a familiares y amigos en este difícil momento, y especialmente a nuestros consocios Carlos y Roberto Ribeiro, sus sobrinos, que en aquella vieja casa vivieron su feliz infancia, junto a su tío el "gran centro half".
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