Convicción

"NO ME PREOCUPAN LOS GRITOS DE LOS DESHONESTOS, DE LA GENTE SIN ESCRÚPULOS Y DE LOS DELINCUENTES...MÁS, ME PREOCUPA EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Nelson Mandela

“En la vida uno puede hacer lo que quiera, lo que no se puede es evitar las consecuencias”.

domingo, 3 de febrero de 2013

AÑO III-Nº 612-¿Voy por más o aguanto....?

CHACARITA Js. 3-PLATENSE 1
Por esas cosas del fútbol, y cuando todavía muchos no habían advertido que el partido había comenzado, Platense a solo 4 minutos, ya estaba en ventaja. ¡¡¡Cosas del fútbol!!!

Dicen los que saben, que un gol tan prematuro generalmente resulta decisivo para el resultado final. Se agranda el ganador y se amedrenta el otro. Claro que para que este adagio tan viejo como el fútbol se transforme en realidad, hay que tener convicciones, tomar decisiones y no quedarse con la duda ¿Voy por más o aguanto la mínima diferencia? Y esto es lo que le pasó a Platense, ni una cosa ni la otra. Pero no le pasó a Platense, sino a su técnico que ante la duda y en ventaja, transformó el campo de juego aún más largo que sus dimensiones naturales.

Cuidar la ventaja e ir por más significa seguir atacando, con las líneas más cercanas y los volantes apoyando a los dos delanteros que demostraban hasta los 39 minutos tener cierta dosis de inspiración. Tanto Matos como Godoy, daban la sensación de haber entendido que son delanteros netos y llegaban, pero en soledad, sin nadie que recupere y apoye ahí cerquita para seguir creando peligro.

El equipo se estiraba cada vez mas, hasta que en tanto espacio, Chacarita fue aprovechándolos y logró la igualdad, quizá inmerecida hasta el momento, pero lo empató al fin.

A partir de ahí se fue desdibujando el calamar sin ninguna idea, pero con la esperanza que en la segunda etapa el técnico entendiera cual era el problema ¡¡¡No lo entendió así!!! El equipo siguió largo y ya las individualidades comenzaron a desaparecer, estaban totalmente cortados los circuitos. Olivares y Alan Sánchez en una misma línea, no se acercaban al área funebrera ni a los volantes de marca, ubicados casi de zagueros. Atrás la defensa comenzó a hacer agua ante la vorágine tricolor y cuando estos marcaron el segundo, ya el descontrol se transformó en lapidario.

La desesperación y la impotencia fueron los rivales más notorios de un Platense, que tontamente abusó del juego brusco y la mala intención.

Sin atenuantes ganó Chacarita ¿O lo perdió Platense? ,que dudó cuando debió hacer valer el prematuro gol de diferencia. No lo hizo, no asumió como de costumbre, ideas claras propias de un equipo que pretenda el titulo.  Y la tan pregonada “garra” que según el titular calamar, le estaba haciendo falta al equipo, sigue sin aparecer, por el contrario, el equipo representativo de Platense y su gente, se tuvo que bancar en el mismísimo estadio de San Martín, un bochornoso “ole, ole…” que desde hace muchos años no escuchábamos.

Sin dudas que la inoperancia, tozudez y el no sentir como los verdaderos hinchas tamaño estiletazo, lo ubican al amo y señor de estos tiempos como el principal responsable de esta afrenta a que nos expuso “su equipo” al que según sus palabras "solo le faltaba garra". Con verdadero padecimiento observamos que no juegan ni “GARRA NI VERGÜENZA” solo lo siguen haciendo los mismos kamikases que usted rejuntara caprichosamente.  

La esperanza es lo último que se pierde, pero ante las evidencias cuesta mucho aferrarse al saber popular. Los números son mas que elocuentes