Cuando tomamos la
decisión de estar junto al socio para mantenerlo informado del quehacer
deportivo, social e institucional, lo hicimos desde nuestra clara posición de
simples asociados que más allá de la política, quería brindar un servicio.
Fue pasando el
tiempo, y necesariamente comenzamos a sentir que las cosas tomaban un cariz totalmente disímil a todo cuanto la actual conducción, había pregonado
como el definitivo despegue de PLATENSE y volver a los sitiales de grandeza que
en toda su historia, aunque con vaivenes, supiera ocupar.
¡¡¡Fue todo al
revés!!! Por el contrario, aquello que se pregonara como un “Platense para
todos” se transformó en un feudo del que no tendrá salida, ya que los
verdaderos socios han bajado los brazos, casi entregados definitivamente a un
solapado gerenciamiento.
¿Qué sentido
tiene entonces el brindar este servicio? Ninguno, en absoluto.
Alguna vez un ex
directivo sentenció: “que sobran los dedos de una mano, para contar los socios
que se merecen que una persona en función de directivo, les dedique su tiempo en
trabajar para el club”
Cuanta verdad, la
chatura del socio de nuestro club, han logrado esto que hoy estamos viviendo. Y
ellos con su pasividad, serán los responsables ante la historia, del camino
hacia el fin que ya hemos iniciado.
El PLATENSE de hoy es sencillamente vergonzoso y la culpa
la tienen precisamente sus verdaderos propietarios, sus socios.
Nos da vergüenza esta
dirigencia y un presidente que muestra además de todo lo expresado en este
blog, su estado de desesperación e impotencia desmedida, al expresarse por los
medios, con una terminología grosera y agresiva, impropias para una entidad
como lo fuera la nuestra. Escucharlo, da toda la sensación de ser el
representante de una bailanta de suburbio. ¡¡¡Es lo que hay!!!
Socios y
representantes, sigan en esta postura. Dedíquenle solo 90 minutos cada quince días
al club. Si ganan, abracen al presidente y si pierden esbocen un par de
puteadas y salgan corriendo olvidándose de PLATENSE como tristemente lo vienen
haciendo.