IGUAL QUE LOS DORADOS

Existe toda la sensación, que quienes se hicieran cargo de la conducción del C.A. PLATENSE, no tienen mucha idea  que es lo que tienen que hacer. No corresponde que en cada acto, se escuden con el ¡¡¡"no lo sabiamos"!!! Hasta este momento, da toda la impreción que fue un capricho de algunos, el pretender llevar adelante los destinos del club, y seguir con el fracaso dorado.

¿Que harán con los  quioscos, que están enquistados en cada disciplina deportiva? Uno de estos, quizá el tradicional, fue impunemente oficializado al llevar como integrante de esa fracción al líder de los quiosqueros. Bien sabido es, que Pelota a Paleta, es desde los tiempos de Lupi, un club dentro del club. Al defenestrado Cacho Contreras, lo sucedió Roberto Soldavini, quien acólito del ex presidente,en una voltereta, se encolumnó con cuanta gestión gobernara el club, en defensa de sus propios intereses. Hoy, ya es miembro de la H. Comisión Directiva y seguirá con su confitería-restaurant y manejando a gusto y placer todo ingreso a las arcas de este deporte.

Quien desee molestarse, no tendrá mas que arrimarse a ese laberinto de rincones, para observar la veracidad de lo dicho.¿Esta habilitado por la Municipalidad? 

Pero, objetivamente, este negocio ahora blanqueado, en definitiva es el único lugar donde el socio puede ir a degustar un emparedado, un pancho y una gaseosa. Porque hoy en PLATENSE, no existe una confitería. Si, así como lo lee amigo. Quienes hoy están gobernando el club, en su gestión dorada anterior consesionaron el espacio físico destinado a tal fin, a un personaje siniestro que por si algo hiciera a lo absurdo, ¡¡¡era barra de Chacarita!!!.

En un manotazo de ahogado y para extirparlo de escena, la gestión Donzelli cedió el predio a una agencia hípica, que hoy lo ocupa ,olvidando los estatutos y que allá por los `90, fuera orgullo no solo del club, sino de la zona. Fue un restaurant de lujo.

¿Una agencia Hípica en PLATENSE? ¿Un espacio del juego en Vicente López? Si, el Intendente Garcia, que no permitía ni un bingo familiar, torció su brazo radical y kambió su liturgia anti juego  del distrito,por entonces mas puritano del país.

Pero, volviendo a los quioscos o clubes dentro del club, podemos hablar del "PLATENSE TENIS CLUB" conformado por gente que ni conoce los colores del club, que mueve altos dividendos y que se manejan independientes con entrada propia, desde la calle España.

Señor Vilariño, usted ha tomado un hierro candente, pero no puede expresar que  usted lo ignoraba. Muchos, la gran mayoría de quienes conforman su Comisión Directiva, si lo sabían, porque fueron parte y hacedores de este descalabro que usted prometió solucionar.¿O no se lo dijeron? Usted como persona ajena al  club, debió cerciorarse.

Hoy, resulta como poco potable vislumbrar tal solución, porque no esta demostrando la firmeza que ya debió haber exhibido.Ojalá, por el bien de PLATENSE usted tenga la sabiduría de como hacerlo.

Pero, señores lectores ¡¡¡hay mas quioscos en PLATENSE!!!. 

Próximamente hablaremos del emprendimiento de la Señora Julia & Cia.

EL HOMENAJE DE HOY: a "Carlitos de la pipa"

Entre los personajes inolvidables de aquel platense que cautivara a tantos, esta nuestro homenajeado de hoy. Carlitos de la pipa, así se lo conocía, como a esos personajes que sin nombre y apellido, pero que igual, dejan un sello en su paso por la vida.

Carlitos, era un fanático calamar, que tenía su lugar, casi como exclusivo, en la mítica sede de Amenabar y Nuñez. Siempre trajeado y ladero de los directivos de entonces. Hombre fiel a quienes lo tenían como uno más de las respectivas comisiones. Carlitos de la pipa, con su compinche Ciccioli, eran los mandaderos de confianza, y siempre listos para servir a PLATENSE, aun a sabiendas de cometer alguna picardía.

Este petiso de andar chaplinesco, que no tenía apellido, fue el mentor del ajedrez en el club. Disciplina esta que nos diera allá por los ´50 y´60, grandes satisfacciones. Resulta casi histórica una de sus andanzas. La Comisión Directiva, debía tratar un tema de singular importancia y la misma ameritaba un absoluto secreto. El Secretario General impartió la orden que ninguna persona que no sea directivo, podía estar presente. Este personaje, abusando de su escasa talla, se las ingenió para asistir a la cerrada reunión secreta. Dada la amplitud de la mesa oval de tapa con cuero verde, se ubicó silenciosamente debajo de ella y así, asistió a lo que para el resto había sido vedado.

Este fue Carlitos de la Pipa, el mismo que alguna vez dejó encerrado a un referí en el vestuario. Este calamar,  al que el barco que lo trajo de su Hungría natal, lo dejara en Manuela Pedraza y Cramer, hoy seguramente estará renegando donde quiera que esté, por el aciago presente que nos toca vivir.