Convicción

"NO ME PREOCUPAN LOS GRITOS DE LOS DESHONESTOS, DE LA GENTE SIN ESCRÚPULOS Y DE LOS DELINCUENTES...MÁS, ME PREOCUPA EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Nelson Mandela

“En la vida uno puede hacer lo que quiera, lo que no se puede es evitar las consecuencias”.

martes, 4 de enero de 2011

Ya en el 73, se vendían las joyas de la abuela

¡¡¡¡Que las cosas mas insólitas pasan en PLATENSE, no es novedad!!!
Los impolutos, los sagrados, los que señalan, los que denigran, los que acusan, son los mismos que allá por los años ´70 del pasado siglo, hicieron posible el desprender a PLATENSE, de uno de sus invaluables activos. Es verdad, por esos tiempos la institución estaba devastada. Se resignó el predio de Manuela Pedraza, descendimos a la primera "B" y los juicios superaban el centenar. Hay que reconocer la férrea actitud de  aquellos jóvenes e inexpertos dirigentes, que supieron capear el temporal. No en vano, resurgieron al club, que como el ave Fenix, emergió de entre las cenizas. Pero, siempre lo hay, estos re fundadores, dada su poca experiencia y cintura política, cayeron en la inoportuna propuesta de un directivo dedicado al comercio inmobiliario. Platense deambulaba haciendo de local entre las canchas de Atlanta y Tigre. La ventaja deportiva era demasiada e imperaba la necesidad del estadio propio.
Aquel dirigente, insistía en la única salida, vender ese precioso predio donde se asentaba orgullosamente la sede social, en Amenabar y Nuñez.. No fueron pocos los debates, y siempre se imponían las posturas del por entonces vocal, que hacia las veces de tesorero, Ingeniero Carlos Shafer. Con la prematura muerte del recordado Arquitecto Alberto Zacheo, no existió la oposición suficiente para evitar aquella locura, a la que se oponían a viva voz  pocos dirigentes, como Don Rodolfo Rios. 
Algún miembro muy joven renunció, otros seguían en franca postura de vender la reliquia. Y así fue. Quien fuera el verdadero hacedor de la propuesta, el Sr. Oscar Rial, vendió, subdividió, construyó y se afincó en una unidad de la actual edificación.
Hoy, aquellos que postrados por su edad, se dedican a difamar, caso Alfredo Ginanni, Tabloncito Fruchart, entre otros, hacen oídos sordos al rememorar aquello que sin la menor visión de futuro, levantaron su mano para aprobar su venta.Si bien la presidencia del club la ejercía el Dr. Carlos Marino, nunca tuvo las suficientes agallas para una conducción presidencialista férrea y convincente.
El calamar, si de algo esta seguro, es que los  "difamados de siempre", jamás hubieran vendido esa propiedad, porque seguramente, tal como lo hicieran en los ´90, se hubiera gestado alguna operación que beneficie a PLATENSE. 
Como verán, la historia habla, y lo hace porque fue testigo. Quienes hoy se presentan en sociedad como carmelitas descalzas, en algún momento de sus vidas,¡¡¡¡ fueron dulces pecadoras!!!!.

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