PLATENSE 0-TEMPERLEY 0
¡¡¡Ay ay ay...!!! Que difícil resulta analizar y juzgar esto
que hace un par de horas vivimos en nuestro propio estadio. Y esto de resaltar “en
nuestro estadio”, es para sintetizar lo que podría significar parte de una pobre y
triste realidad.
Esta noche, Platense enfrentó al más pobre equipo con el
que hasta hoy, debimos confrontar. Inició el partido, dando toda la sensación
que definitivamente se había encontrado el equipo, que días pasados
presagiábamos como que el estábamos esperando.
Hasta los treinta minutos, nuestro once, tuvo la
posibilidad de conquistar al menos tres tantos, que por esas cosas del fútbol
no se concretaron. Todo bien ordenado, jugando con la pelota al piso y al
ataque, hicieron factible una extrema facilidad de llegada al arco del gasolero,
que mas que esto, hasta ahí, pareció kerosenero.
Pero, y esto a muchos les parecerá una vulgar excusa,
como es costumbre desde la
Goyeneche, comenzaron a caer las habituales vituallas, con que
los mimados lacayos "del rey", suelen entretenerse. Conocedores de lo bicho
que es Della Pica para usufructuar estos incidentes, hizo que se aprovecharan las
circunstancias para que el arquero Crivelli se sienta agredido, y con razón, al
explotar dos cohetes y otros proyectiles que cayeran al campo. En dos ocasiones sucesivas, se debió
parar el juego por espacio de 3 y 4
minutos respectivamente.
Esto en fútbol, se llama enfriar el partido y lo logró, al
extremo que de ahí en más, Platense desapareció lentamente, olvidándose de la
fogosidad de aquella primera media hora aupiciosa.
En la segunda parte, lo que por la lógica de ser locales,
de haber jugado mejor y tener enfrente a un pobre rival, significaba la
esperanza de resurgir en procura de batir el arco rival, quedo en eso, una esperanza que no pudo ser
concretada.
Pero resulta que Temperley comenzó a asomar la cabeza y
tener cierta dosis de protagonismo, que ninguno de los presentes esperábamos. Pero
hay algo que destacar, Espina fiel a sus principios, cambia volante por volante,
mientras que Fito Della Pica pone en cancha a Campodónico, que si bien no es
aquel que supimos conocer, siempre tiene hambre de gol.
A los 24 minutos, son expulsados Olivares y Emanuel Giménez,
y en esta perdió Platense sin dudas. Ya, sin la conducción de Olivares y la
poca producción de los delanteros, Espina en una bofetada a la razón, hace
ingresar al nene caprichoso y perdonado, Facundo Melivilo. Expresarnos sobre
este vano delantero, sería redundante a todo cuanto hayamos expresado y bien conocen
los socios. Juega en Platense porque es representado por el hijo del
presidente, es decir exactamente lo mismo que si fuera este.
Si bien no tuvo mucho que ver en el resultado, aunque el
más perjudicado fue Platense, lo del arbitro José Carreras, fue tácitamente
lamentable. Si es como expresan quienes hoy conducen el club, de pretender el
ascenso, no estaría demás que comiencen a observar esto tan sensible como es la
designación de los árbitros a futuro.
Y así, cayeron los cortinados sobre la noche que debió
ser de festejos, pero que por esas cosas que no alcanzamos a entender, terminó
en un llanto. Lo preocupante es que una vez más caemos en la intermitencia. Los
dos puntos perdidos, no estaban en nuestros planes por cierto. De aquellos doce
que oportunamente definiéramos como decisivos, restan por disputar seis, que de
perderlos, nuevamente caeremos en la media a la que lamentablemente ya nos
hemos acostumbrado.
Hoy sin duda era el “partido” que debíamos ganar. Todos
fueron culpables, pero desde nuestra posición, hacemos responsables a quienes
en el mejor momento del cotejo, se dedicaron a tirar proyectiles. ¡¡¡Y que le
vas a hacer!!! Son los protegidos del dueño el club. En definitiva el mayor
comprometido.
Ahora el próximo examen habrá que rendirlo el martes, en
el bajo de Nuñez. De no traernos los tres puntos,¡¡¡ seguiremos participando!!!.