A diario estamos acostumbrados a recibir noticias poco felices de nuestro Platense, pero hay algunas de ellas, que nos tocan muy hondo y resultan insalvables, más allá de todo tipo de apreciación. Hoy, hemos recibido la triste noticia, que nadie podrá modificar. MURIÓ HECTOR ABDALA.
Mucho nos costó aceptar esta realidad y mucho más, tener que enfrentar el teclado, sabiendo de esta pérdida irreparable. Quienes conocimos “al turco”, quienes trabajamos en el club junto a el, supimos que era una persona de bien, cuyo prototipo en estos tiempos es difícil encontrar. Leal y firme en sus convicciones, transparente y por sobre todo buen amigo. Hoy, ha partido un pedazo grande de Platense, su destino será encontrarse en la tribuna de los bien nacidos, flameando su clásica bandera marrón y blanca, con la leyenda “Olivos”, la misma que durante años, luciera en cuanto estadio jugara Platense.
Héctor Abdala, fue un gran embajador de nuestra Institución, no en vano, a pesar del tiempo transcurrido desde 1996 a hoy, los periodistas de todos los medios, a los que tanta información y atención les brindara, lo han recordado permanentemente, cada vez que ocuparan el sector de cabinas que llevan su nombre. El turco se fue, pero nos deja su imagen de hombre de sentimientos y actitudes nobles y honorables, tal como lo era en vida, un señor con mayúsculas.
En el lugar que Dios le depare, se reencontrará con otros tantos calamares, que casi a diario evocamos en estas páginas. Al turco seguramente, en su alma le quedará la alegría de haber sido participe y hacedor de los mejores momentos de la historia del club de sus amores, el C. A. PLATENSE. Chau turco... QPD
Desde este espacio, los calamares de siempre, le hacemos llegar a sus familiares y a su hermano Jorge, nuestras condolencias.-
