Cuando días pasados elaborábamos la feliz ilusión del segundo ascenso, pensábamos con el grupo de “los calamares de siempre”, que éramos los únicos, o quizá los pocos que a pesar de todo, creíamos que esto era posible. Pero no fuimos los únicos, fueron muchos calamares embriagados aún por el triunfo de las urnas y los pibes, avalados por su inocencia, los que apostaban al delirio de hincha soñador y a la aparente estructura que los flamantes dirigentes, ofrecieran en los anaqueles del engaño con sus proclamas populares.
Pero hoy, esa misma gente esta descorazonada, decepcionada y triste. No ya desde lo estrictamente deportivo, sino al observar que ese castillo que aparecía fulgurante y esplendoroso de color azul, se derriba como una casita de naipes.
Esa gente que encontramos en nuestro diario camino barrial, o en los reductos típicos calamares, aparecen mágicamente casi avergonzados, reconociendo que una vez más, fueron estafados en su buena fe. Y por más que pretendamos abrigar una luz de esperanza de reencauzar el timón, sus respuestas son unánimes.
¿Cómo puede ser que ante tanta promesa, quienes expusieron tener todo absolutamente armado, hoy a solo 100 días de haber asumido, denoten tanta debilidad, quebranto e improvisación?
En la nota por Radio la Red , el presidente entre tanta imprecisa explicación, dejó entrever que el proyecto se desmadró con la ida de Marcelo Espina. Pretexto por demás infantil, para quien como casi favorito del triunfo electoral, había cimentado su éxito, en alguien, del que todo el mundillo platensista, sabía de antemano de su inmediata desvinculación del club, más aún, si los ganadores eran los actuales dirigentes. Este hecho, denota la total y absoluta carencia de tacto y planificación de un proyecto serio, que debían tener resuelto de antemano y que los hace volcar en la primera curva.
Otro de los fastidios que ha ganado la calle, es este juego de niños, sobre quien trajo a Navas. ¡¡¡¡Nadie fue!!! ¿Navas pasaba por Zufriategui, se puso el buzo de técnico y tomó el equipo? Ahora entendemos, el porque este señor se confiesa como difícil, tomar decisiones en conjunto. ¿Acaso no sabía que en una Comisión Directiva, al menos existe una mesa chica con la que debe compartir decisiones? La experiencia, ha demostrado no solo en Platense, sino en aquellos clubes de los que quiere tomar fiel ejemplo, que se terminaron los tiempos de las decisiones presidencialistas. Además, otro hecho que aunque minúsculo, resulta importante. No puede un presidente que se precie de tal, por lo menos en Platense, denotar públicamente un estado de desconsuelo y abatimiento extremo ante un tropezón. ¿Que nos queda a los socios? ¿Cómo pudieron sentirse los integrantes del plantel, nos gusten o no, al percibir del presidente del club, este desazón manifiesto en la derrota, cuando por el contrario, en estos casos es cuando mas debe inflar su pecho.
La pesadumbre ha calado hondo en la gente de Platense. Una vez mas queda demostrado como se arman las listas para afrontar una elección. En este caso, los dorados, siempre persistentes, a pesar de su primer rotundo fracaso, creyeron que lo único que debían cambiar era el “uno”, adosándole algunos nombres con los ambulantes de siempre a la hora de armar las listas, mas otros ilustres desconocidos, que ni idea tienen de cómo es esto.
Y la gente, otra vez compró y ¡¡¡mal!!! Compro en “La Salada ” una ostentoso azul marino radiante, que con las primeras gotas de otoño, comenzó a desteñirse lentamente. No queremos imaginar, como quedara esta pilcha, con las tempestades que se avecinan en Julio y Agosto.
Es de esperar que en la próxima reunión con los socios, que será seguramente en estos días, se aclaren estas dudas, que hoy preocupan a los asociados de la Institución.
En la plataforma expresan:
“Realizaremos asambleas de comunicación que serán abiertas y cuatrimestrales”.
Aunque en este cuatrimestre, no habrá mucho que exponer, más de lo sabido. Vendieron a precio irrisorio y sin plusvalía alguna a Alejandro Sánchez, Contrataron mágicamente a un técnico, del que nadie se hace cargo, El técnico duro tres meses, Nadie sabe quien lo trajo, Aumentaron la cuota social. No se realizó campaña alguna para la captación de socios e ingresos genuinos, nada, excepto algún compromiso insalvable de pago de servicios heredados.
“Pero, aunque seamos muy pocos los sensibleros, aún nos queda una ilusión: entrar al reducido” ¿Saben porque? Porque mientras den los números, mientras se pongan las pilas los directivos y jugadores y el presidente revierta sus actitudes, este sueño seguirá latente en un rincón del alma, de todo calamar bien nacido, hasta el último punto en disputa.
