Convicción

"NO ME PREOCUPAN LOS GRITOS DE LOS DESHONESTOS, DE LA GENTE SIN ESCRÚPULOS Y DE LOS DELINCUENTES...MÁS, ME PREOCUPA EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Nelson Mandela

“En la vida uno puede hacer lo que quiera, lo que no se puede es evitar las consecuencias”.

martes, 7 de agosto de 2012

AÑO II-Nº492- De brazos cruzados....

Transitar los reductos calamares y la intimidades del barrio, a estas horas, presenta un panorama que nos resulta altamente preocupante. Quienes tenemos ya una vida en la existencia de Platense, nos encontramos con  asociados, a los que conocimos exultantes, activos y hasta reaccionarios en los momentos difíciles de los vaivenes de la institución.

Hoy, todos, sin excepción ya tienen otra mirada, otra actitud de casi avergonzados y como queriendo esquivar el tema. ¡¡¡Esto es un desastre!!! Es lo poco que desde un mezquino hilo de voz, dejan como todo comentario de esta triste y preocupante situación a la nos han llevado deliberadamente quienes han sido proclamados para conducir el club.

La decepción, el descreimiento y una preocupante resignación, son los elementos que maneja el sufrido socio calamar, ante una preocupante situación deportiva e institucional que parece caer en picada.

Y, ¿que hacemos? ¿Como podemos rearmar esa mística que nos caracterizara hasta hace apenas una década? ¿Cómo podemos hacerles entender a los jóvenes que Platense fue otra cosa? Aquello que para los mayores hoy es una entrega total de afectos y sentimientos, en un peligroso conformismo, para los pibes que nacieron con un club destruido y en el que se demuele la historia aún más cada día, quizá la óptica sea diferente.

Cuando hace ya un tiempo expresáramos, algo que para muchos pudo ser una nimiedad, hoy sostenemos mas que nunca que arbitrariamente, aquello que debería ser el centro de recepción y ámbito de sociabilidad, como en todo club, el no poseer un lugar de encuentro, como una confitería, ha posibilitado adrede la disgregación de la masa societaria. Es que no quieren que los socios se reúnan en el club. 

Como todo gobierno totalitario, incapaz y con actitudes oscuras, eso es lo que se pretende, disociar, evitar que el club sea integrado socialmente y que los distintos deportes se concentren solo en compartimentos estancos, al mejor estilo maquiavelico "del divide y reinarás".

Desde este modesto espacio, les sugerimos a los socios de cuna netamente calamar, que no bajemos los brazos. El actuar de esta manera de brazos cruzados, resignados y solos, viviendo de memorias del pasado,  no hace más que cultivar el caldo enfermizo propuesto premeditadamente por quienes se han adueñado de nuestro club.

No nos dejemos vencer, somos mayoría los verdaderos platensistas y bajo ningún concepto debemos doblegarnos ante intrusos, que con total despotismo se manejan en los sombríos  laberintos a que nos están llevando  en todo aspecto.

Bajemos los decibeles del odio, de los enfrentamientos y de películas fomentadas por calumnias infundadas. Hoy existe en nuestro club gente capacitada para dar un vuelco a esta triste realidad que nos toca transitar. Pero para este logro, ya vasta de resignación, vasta del no me caliento más, vasta del sentirse entregados, nunca mas el que me importa y me cansé. ¡¡¡Nooo!!! Pensá en tus hijos que también tienen derecho a sentirse orgullosos de la pasión familiar.

Cuando vayas a la cancha, hace un ejercicio muy simple. Mira la bandera oficial del club que flamea orgullosamente nuestros colores y convencete que "Platense esta convaleciente pero VIVO". Ponete en el lugar de tus mayores, de tu viejo de tus abuelos a sabiendas que ellos no hubieran entrado jamás en esta ignominia e imperturbabilidad que hoy nos ha atacado a todos por igual.

A este enfermo solo lo podemos sacar con nuestra sangre calamar. ¡¡¡Eso es lo que necesita Platense!!! una transfusión de esa misma sangre heredada, sana e hirviente que hoy, insólitamente se ha coagulado en nuestras venas.

Platense no merece este presente, no merece tu escepticismo, no merece el final que se avecina. Puede que para pocos, esta sea una sentencia apocalíptica, pero solo bastará hacer un análisis de la realidad, para auto demostrarnos que no estamos equivocados.