Ayer decíamos que lo lindo del fútbol, es lo sorpresivo que puede resultar el desarrollo de un partido, y como consecuencia, el resultado. Si bien los responsables de protagonizar el espectáculo, son los 22 jugadores, también mucho tienen de protagónico los encargados de administrar justicia. Y en la noche de ayer, el árbitro mucho tuvo que ver.
¡¡¡¡Al fin un tiro para la justicia!!!! Hacía tiempo que Platense no era favorecido como en esta oportunidad. ¿El equipo? pobre, pum para arriba, sin ideas, sin proyecto, sin nada a lo que debe parecer un conjunto de profesionales. Los tricolores otro tanto, exactamente igual.
Y después de este vago análisis, nos preguntamos ¿hubiera sido distinto el presente si se hubieran realizado buenas incorporaciones? Sí, categóricamente.
En este pobre torneo, donde casi todos los equipos son pésimos, de haberse incorporado un central en el fondo, un 5 y un 9, otra sería la historia. Para cosechar hay que sembrar, dijo un avezado chacarero.
Y hablando de siembra, algo positivo para destacar. Nos alivió el ver desde lo estético, un verde manto de césped parejo, aunque dicen que la cancha está algo poceada. Y el alivio viene de haber eliminado al grillo topo, insecto que tanto preocupó a la dirigencia apenas asumió.
Volviendo al equipo, el futuro será incierto, después de lo visto anoche, será cuestión de ver hacia donde apunta el viento.
Y nos queda una reflexión, que seguramente aquellos ya mayores de 20 años, van a compartir. Observamos en la gente de Platense una total resignación, que resulta preocupante. Si bien en fútbol lo que importa es el resultado, no podemos quedarnos en eso. Prácticamente nos acostumbramos a esto, ¡¡¡¡….y es lo que hay!!!!! Cuando aplaudimos a este plantel, sentimos que fuimos injustos e irreverentes, cuando salvando el tiempo y la distancia, fustigáramos por minucias a los Cascini, Scotto, Orellano, Bellini, y tantos otros, que vistieran nuestra divisa. Es que nosotros, los mayores, supimos de grandes figuras, de jugadores que sentían los colores y los defendían con dignidad y talento. Claro, que existieron dirigentes, que sabían del gusto calamar y las necesidades, y ponían en la cancha lo mejor. Lastima que rápidamente lo olvidamos.
Señores, nos estamos acostumbrando, y casi lo hemos asumido que somos esto, solo esto que anoche nos entregaron quienes se “pusieran” la marrón y blanca.
Quienes han tomado la responsabilidad de conducir el club, llevaron en su campaña como estandarte al loco Greco, un tipo de pura sangre calamar, que además de su “locura” sabe y muy bien, lo que es el fútbol y que quiere para Platense. ¿Por qué se fue el loco? Por dignidad, porque como sabe de fútbol, esa misma sabiduría platensista, le da toda la autoridad para pegar el portazo y no ser cómplice de esta farsa, que si bien era casi irremediable, bien podía ser mejorada con cuatro buenas incorporaciones.
Nos estamos acostumbrando a la pobreza en todo nivel. Se puede llegar a pobre pero con decoro, intentando generar aquello que te devolverá a lo medio, que siempre fuimos. Quien apuesta a la miseria, se adaptará lentamente a la indigencia, y nosotros con esta quietud, con esta marcada falta de ideas, de proyectos, de generar ingresos, terminaremos aplaudiendo a quien nos alcance un marroco enmohecido.
Por si fuera poco, en la misma noche de ayer, aciaga y triste, más allá del resultado, se comentaba como un hecho intrascendente, la falta de un dinero muy importante de las arcas del club. Directivos actuales, sin ambages así lo comentaban por lo bajo. Pero, Platense ganó, y todos salieron corriendo a la camita, y nos acordaremos nuevamente de su existencia, solo en la próxima fecha, "rumbo al estadio".
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