Así como nos resulta casi imposible encontrar un buen equipo representativo, acorde al prestigio y las necesidades de un club con tanta historia, y sabedores de lo que es posible, hoy, no concebimos la falta de planes y la improvisación imperante de esta administración.
Pecaremos de reiterativos, pero si bien es muy cierto de los dislates económicos que debían afrontar, “no pueden pregonar la ignorancia de estos. Fueron participes directos y algunos de estos miembros, conocían de los compromisos a cumplir con inmediatez”.
Quienes hoy se sorprenden de lo recibido, o bien no cumplían con su función o se hicieron los distraídos, para ganar una elección a cualquier costo y punto.
Si lo sabían, antes de colgar luces de colores en el árbol de la esperanza, debieron tener casi concretados proyectos para generar ingresos genuinos inmediatos, ni bien asumirían tamaña responsabilidad.
El camino es solo uno, SINCERAMIENTO. Si realmente consideran que algo no pueden hacerlo, es de hombres reconocerlo. Así, en soledad se vislumbra un camino no auspicioso y el único perjudicado será Platense.
Cuando expresamos que NUESTRA INSTITUCION, en la máxima disciplina debe ser una fabrica, esta debe ser administrada como tal, con producciones anexas como los deportes amateur y las actividades sociales, culturales y edilicias. Y para que ello funcione, en cada sección, debe haber gerentes aptos, que conozcan cada una de esas áreas.
Hoy es común en nuestro Club, aglutinar nombres ajenos a el, lejanos a sus capacidades para hacerse cargo de cada una de las diligencias, y de ahí los resultados extremadamente negativos. Los deportes siguen cada vez con mayor individualismo y autárquicos ¡¡¡¡son pequeños clubes dentro del club!!!!! Con beneficios que nunca llegan transparentes a la tesorería. ¡¡¡Grave error!!!! en los últimos 16 años.
Ya han trascurrido largos 60 días de una de las fechas, que va en camino a ser como una de las más nefastas de la historia contemporánea de Platense.
No queremos ser agoreros de un futuro que se vislumbra funesto, que apreciamos se avecina a pasos agigantados, con hechos por demás contundentes que las palabras.
El 12 de Diciembre, la gente votó a una lista plagada de quimeras, de ilusionismo y utilizando la falacia del poder económico, de la virtud de sus equipos y un futuro que resultó ficticio, mas la descarada estafa con “socios de paso” abonados con un choripan.
No es lógico que en tan corto tiempo transcurrido, los aún flamantes dirigentes, estén permanentemente pidiendo socorro para que les saquen las papas del fuego. Y lo mas triste, es que lo hacen sin pudor alguno, resignados y como confesando su fracaso ante aquellos ocasionales rivales electorales que denostaron y que serían sin duda, los únicos capaces de resurgir la gloria, porque así lo demostraron cuando les cupo actuar..
Esta realidad, demuestra que la desesperación imperante, les ha hecho perder la dignidad, la ética y lo peor, es que en algunos casos mandan a históricos personajes apócrifos,” siempre oficialistas de turno”.
Lo mas delicado, el Fútbol amateur esta a la deriva, sin timón, sabiendo que en esta disciplina, el tiempo corre y es irrecuperable. Cuando decimos fábrica, sabemos que esta no puede estar improductiva ni un solo día. En una empresa, una jornada de inactividad, trae grandes problemas económicos por falta de producción, y ese será el futuro del fútbol calamar, no se gestan nuevos productos.
Benavidez no tiene proyecto, y ahora mendigan aquello que parecían solo planos con coníferos de colores. El club no genera ingresos inmediatos, no existe un plan de trabajo que conciba un auspicioso futuro, no hay planes para acercar nuevos asociados, no existen proyectos, no existe nada de nada.
Ya la cosa no pasa por la pelota de fútbol, aunque esta, es una consecuencia de carácter transitivo a lo expresado.
Han asumido la responsabilidad de conducir una Institución con historia. Una historia hecha por gente de Platense y ha encolumnado a muchos, que confiaron en usted señor presidente, y quizá usted, desconocedor de las entrañas de Platense, fue utilizado por aquellos que no hacia mucho fracasaron, dejando solo ruinas. En ambos casos, todos equivocaron el camino, porque esto no es un negocio de compra venta, ni un claustro universitario, ni un pasatiempo de 7 a 9 de la tarde.
Quienes con el ficticio color dorado, terminaron siendo el triste reflejo de una maltrecha hojalata oxidada, -salvo excepciones acotadas- han vuelto por más, y no van a terminar de destruir todo aquello que se construyó con amor y sacrificio durante 106 años.
Mientras existamos los verdaderos calamares que algo hicimos y sabemos de esta historia, no lo vamos a permitir. Reconocer los errores, es un acto de nobleza, que solo usted puede enmendar señor Vilariño-.Aun esta a tiempo….
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