Convicción

"NO ME PREOCUPAN LOS GRITOS DE LOS DESHONESTOS, DE LA GENTE SIN ESCRÚPULOS Y DE LOS DELINCUENTES...MÁS, ME PREOCUPA EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Nelson Mandela

“En la vida uno puede hacer lo que quiera, lo que no se puede es evitar las consecuencias”.

domingo, 15 de mayo de 2011

El recuerdo, a un gran dirigente

En este mes aniversario, cuando entre otras cosas debería rememorarse la historia y a sus protagonistas en forma oficial, nos atrevemos recordar con los verdaderos calamaresdesiempre, a aquellos hombres que marcaron hitos en los distintos tiempos de nuestra larga trayectoria institucional.
Lo hacemos, como conocedores de esa historia y de esos calamares, que nunca deberán ser olvidados, porque hemos tenido la dicha de compartirlos.  

No siempre, los destinos de una institución, se ven alterados en sus proyectos y designios, ante la pérdida imprevista e irremediable de uno de sus componentes, cuando este imaginariamente pueda ser reemplazado. No es el caso puntual de este dirigente al que hoy, le rendimos nuestro homenaje, y que con su muerte dejara un gran vacío.


En nuestra Institución han habido hombres que con su presencia física, mas su inteligencia y ese don de gente de bien,  han marcado hitos que invariablemente, con su muerte, torcieran el rumbo hacia futuros promisorios.
Son las perdidas ireemplazables, que desde nuestro lugar de observadores, podemos afirmar han quedado en el olvido, y que de haber esquivado la prematura partida, otro hubiera sido el destino de nuestro club.

Hoy, queremos plasmar en este espacio la figura de uno de esos dirigentes. que caprichosamente el destino quiso, que se fuera de este mundo, cuando tenía todo por darle a su familia y también a su club, con el que había nacido en su corazón.

Cuando se hace mención a aquella epopéyica segunda fundación de los años ´70, quien mucho tuvo que ver en su gestación, fue el Arquitecto Alberto Zacheo, cuyo nombre podemos rememorar en una de la plateas de nuestro estadio.
Un accidente automovilístico en 1973, trunco su joven vida de 41 años, y la de su hija de apenas 15.

Era el vicepresidente primero de esa conjunción de jóvenes, alineada por el Dr. Carlos Marino, pero fue más que eso. Cauto, el pensante que nunca levantaba el tono de su voz para ser escuchado, el hombre criterioso de ideas de avanzada y nunca confrontantes.
Su especial orgullo era recordar que su padre y un tío, habían jugado en la primera de Platense. Nunca haciendo ostentación de títulos profesionales y cargos. Era uno más de un grupo homogéneo, donde por el momento no existían ambiciones personales. Era el hombre respetado, querido y admirado por sus pares, “los pibes”.

Pero su muerte, fue más que la pérdida física. Se había perdido a quien seguramente tomaría la posta para dar continuidad al proyecto, sin ningún desmembramiento, porque jamás lo hubiera permitido. Por el contrario, fue respetado aún por aquellos que nos hostigaran despectivamente como la “comisión de los chicos”.

Y esa ausencia impensada y cruel de Alberto Atilio Zacheo, hicieron que comenzaran los fraccionamientos, los intereses personales, el divisionismo que tanto mal, le hicieran a Platense.

¡¡¡Que importante hubiera sido para el futuro del C. A. Platense, que aquello que pareció un sueño, su muerte, hubiera sido solo eso, y que con toda su sabiduría, amor por el club y honestidad, le hubieran permitido en el tiempo, desarrollar todo cuanto tenía para darle a la Institución!!!!

Alberto Zacheo, más allá de tu nombre grabado en el estadio, siempre estarás en la historia de tu Platense y de quienes por esas suertes de la vida, hemos aprendido algo de tu capacidad de hombre y fana calamar.