Consientes del incalculable valor que para toda institución que se precie de organizada, significan sus divisiones inferiores, nos hemos propuesto no pasar por alto la continuidad del vaciamiento, a que fueran expuestas desde que Platense se instaló en el predio Mariani Dolan.
Allí, quienes debieron preservar los intereses del club, en algo tan sensible como codiciado, se transformaron en dueños y señores de cuanto movimiento en materia de juveniles ocurría. La displicencia y el mal ejercicio de sus funciones de las máximas autoridades destinadas a esa función, hicieron que ese campo que debió ser un sembradío de futuros jugadores, se transformara en la “salada del fútbol de Saavedra” Su excelente ubicación geográfica, permitió y permite que todos los caminos conduzcan a Galván y Larralde.
Allí, fue foco de cuanto buscador de joyas existiera, haciendo que el descontrol y los guiños, fueran moneda corriente.
Los representantes de jugadores hicieron del lugar su sede de actuación permanente, al extremo que algún travieso concesionario, también se transformara en tal, a la vista de todos
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Y una vez más, debemos achacarle estos equivocaciones, a los socios, los verdaderos dueños de la fabrica, que nunca se interiorizaron ni incumbieron de como se manejaran allí las cosas.
Fue moneda corriente que en los últimos años, se vendieran por míseros valores porcentajes de jugadores a los mercaderes de este vil comercio, al extremo de sorprendernos que lentamente el famoso semillero de otrora, se despedazara arbitrariamente.
Para muchos, nos incluimos, la gran sorpresa fue enterarnos que del jugador Lanzini, a Platense solo le quedó un 20% de su valor total. ¿Cuántos casos similares habrá? ¿Quién lo puede explicar? ¿Qué hacemos los socios ante semejante usurpación?
Platense no es una institución, donde surgen los mecenas que hacen aportes para paliar los compromisos elementales y un posible crecimiento. La única salida económica que poseemos es el fútbol amateur, la fabrica de jugadores, que después de rendir sus frutos en defensa de nuestros colores en primera división, generen ingresos para seguir en la tónica de una permanente producción de valores.
Pero, si nuestro único generador de divisas, lo dilapidamos por negligentes, por no cuidarlo, el despegue será imposible, y el futuro será cada día peor, casi un callejón sin salida con destino incierto.
Cuando semanalmente ponemos a disposición de los socios el informe de trasferencias de jugadores de inferiores, no lo hacemos por el capricho de objetar o entorpecer. Este es un medio de información y opinión libre e independiente, que lo único que pretende es concientizar a los verdaderos dueños del club, para no sorprendernos mañana, cuando alguno de estos chicos, aparezca en los planteles superiores de otra institución.
Pero ocurre, que estos modestos informes, les resultan molestos a algunos directivos, y por carácter transitivo a algunos representantes de jugadores. ¿Curioso no? ¿El silencio “era” salud?
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Con satisfacción, observamos una total unanimidad de concepto en la encuesta vigente, pero ¿Qué hacemos? Si somos conscientes de esta necesidad, peticionemos, exijamos un ordenamiento y sobremanera las cuentas claras en la materia.(seguí votando)
Reiteramos, la Comisión Directiva
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