Convicción

"NO ME PREOCUPAN LOS GRITOS DE LOS DESHONESTOS, DE LA GENTE SIN ESCRÚPULOS Y DE LOS DELINCUENTES...MÁS, ME PREOCUPA EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Nelson Mandela

“En la vida uno puede hacer lo que quiera, lo que no se puede es evitar las consecuencias”.

martes, 3 de mayo de 2011

Mes Aniversario

Tratando de entender cual es el significado de los vocablos que preceden al nombre propio de nuestra Institución, iniciamos esta nota a manera de reflexión, conociendo la etimología de Club y Atlético.

El ingresar a un nuevo mes de Mayo, invariablemente nos lleva al pasado, y ese pasado es la historia que nosotros hemos transitado con el orgullo de ser calamares. ¿Cuál fue el sentido que pergeñaron aquellos ilustres fundadores con esto de “Club Atlético”?
Club
1. m. Sociedad fundada por un grupo de personas con intereses comunes y dedicados a actividades de distinta especie, principalmente recreativas,
Atlético
1. adj. Perteneciente o relativo al atleta, a los juegos públicos o a los ejercicios propios de aquel.

Es otro Mayo, que tan caro a los sentimientos históricos de nuestro club, a través del tiempo ha gestado socios, hinchas, dirigentes, colaboradores, historiadores y deportistas. Mujeres y hombres que bajo el símbolo marcado a fuego en los corazones, han dado muestra cabal de un rico pasado, más allá de los resultados deportivos, propios de las contiendas atléticas de las que participara, en sus variadas disciplinas.

“Club Atlético Platense”, entidad civil sin fines de lucro, para promover la actividad deportiva, social y cultural. Una entidad que siempre se valió por si misma, que aún en los momentos más aciagos de este largo centenario, supo ponerse de pie a través de su gente, de sus socios, y nunca, hasta el primer centenario, le vendiera el alma al diablo.    

¡¡¡Ya 106 años!!! Desde aquel 25 de Mayo de 1905, el mismo día de la patria, en que aquellos muchachos de Recoleta, estamparan temblorosos por la emoción, el sello sobre el boceto constitutivo preliminar, del que desde ese mismo día se establecería, en lo que hoy es nuestro Club Atlético Platense.
En el ámbito que ocupamos, este Club siempre fu ejemplo de dignidad, nunca su gente fue noticia mas allá de los estamentos meramente deportivos, porque siempre como institución, respetando la historia, le fue señalando el camino correcto a los jóvenes, del como y porque, con el paso de los años, este nombre de brillo propio, nunca fuera mancillado.
Pero los tiempos, crueles con la historia y sanas costumbres, han cambiado. Ya no están los dirigentes conocidos por el hijo de…, o el hermano del Doctor, el flaco de la vuelta. Hoy, tristemente conocemos a algunos dirigentes, por denuncias o expresiones de grueso calibre calificativo, a través de algún periodista, al que lejos de desmentir en defensa de su honor, el mismo dirigente,  le llora recostado en su hombro, ante el primer desliz de gestión.

En Platense el ejemplo fueron nuestros mayores, gente común pero distinta, porque era gente nativa de Platense. La Institución se fue gestando, durante su larga historia, por el legado de sus mayores que en cada familia, trasmitían a sus descendientes. Esos retoños de cada hogar, teníamos incorporado a las conversaciones familiares, ese nombre abstracto de alguien, a quien no veíamos, que no conocíamos, pero que ante cada mención, inspiraba un halo de pertenencia  y pasión, en cada integrante de cualquier familia.  Un nombre propio del que sin saber bien de quien se trataba, ni quien era, uno comenzara a agregar a su cotidianidad, aprendiendo a quererlo, a sentirlo, a amarlo y cuando ya casi adolescentes, “saber que lo único de lo que no adolecíamos”, era esa ardor que había calado tan hondo en nuestro ser.

Quizá la prueba cabal de esta demostración, que ha quedado grabada a fuego en nuestra historia, es la que los memoriosos, calificaran como la segunda fundación, en los comienzos de la década del 70. Todos aquellos protagonistas, muchachos de entre 20 y 30 años con un par de 40 y pico, se pusieron el club al hombro, en la seguridad que todos tenían un mismo y único objetivo. Sacar adelante el club. Claro, que existía la tranquilidad que todos, sabían que en ese grupo, eran de Platense, no preexistían advenedizos con el cuchillo bajo el poncho. Nadie dudaba de nadie, y ese fue el gran triunfo con el que se pudo salir adelante.

Surgen nombres y apellidos que han quedado en el recuerdo de los que, solo con tesón y trabajo hicieron realidad el objetivo impuesto. Carlos y Horacio Marino, Alberto Zacheo, Rodolfo Zazzali, Rodolfo Ríos, Vito y Osvaldo Russo, Miguel Hernandez, Carlos Ruibal, Mario Salvo, Osvaldo Haedo, Pedro Muñiz, German y Mario Fruchart, Carlos Shafer, Carlos  Paredes, Carlos Cereza, Ricardo y José Otero, Teofilo Diez, Oscar Díaz, Ángel Colombo, Mario Colombo, Ángel Spinelli, Carlos Mamone, Héctor Ruffolo, Felipe Bellini y un sin fin de nombres que, ocuparían varias paginas, que evocaremos, durante este mes, como lo merecen.

Todos sin excepción, de Platense de pura cepa. Aún no se había viciado la sociedad calamar, con sujetos de billeteras supuestamente ampulosas y actitudes turbias, que con la excusa de sus hijos en divisiones inferiores, se entrometieran en su vida política, haciendo de esta, una sociedad prostibularia, de la que han sacado rédito, personajes impresentables.

De nuestros mayores, hemos aprendido mucho, pero algo básico. Reconocer, respetar y testimoniar a quienes con el paso del tiempo se han ganado un lugar en la historia del club. Y como es lógico, cada año al festejar un nuevo aniversario, brindar un sentido homenaje a quienes con el paso del tiempo, o quizá en ese mismo año, merezcan del testimonio de su gente. Socios, deportistas, vecinos, etc.

Nos vienen a nuestra mente, aquellos festejos que con el empuje de Carlos Ruibal,  Ernesto Araóz de Lamadrid, Ricardo Otero y los pibes de la subcomisión de fiestas de los 60, 70 y 80, daban fuste a verdaderas celebraciones, propias del sentimiento netamente platensista. Es decir, unir a la familia calamar, hacer docencia con los más jóvenes y vivir en un clima festivo y familiar afín a nuestras tradiciones, sin la mínima intromisión de ajenos impertinentes, que con intereses espurios quieren llevar agua para su molino.

A  días del 106º aniversario, no se avizora aún, programación de festejo oficial alguno ni el en campo deportivo, cultural ni social, para acercar a confraternizar a la gente del club, como debe ser.
En el momento de tipear estas ideas, una mezcla de intriga, impotencia, nostalgia, desazón y vergüenza ajena, se unen a un interrogante.

¿No se les ocurrirá a estos dorados con distinto mascaron de proa, entregarle nuevamente la honra al diablo, como ocurriera en 2005?
Nos queda la esperanza, que si no poseen dentro de sus fastuosos equipos de trabajo, personas capaces para organizar algo propio, netamente calamar, pidan colaboración a gente del club que pueda hacerlo y disimulen tanta impericia y falta de respeto.

Sería otro error, con  resabio a horror, el entregar a Platense, para que el político de turno ilimitado del distrito, haga campaña, como lo hace desde 30 años en las pobres sociedades de fomento o clubes barriales a cambio de unos míseros pesos para arreglar un baño.

Aquel 25 de Mayo de 2005, día del centenario, quedará por siempre en historia como la de mayor afrenta que dirigencia alguna, pueda haber permitido. Aquello, propio de la lastimosa anarquía imperante, lejos de lo que ameritaba el encuentro fue vergonzante para la sociedad calamar. Punteros políticos, empleados municipales y borrachos por todos lados, mas una escaso centenar de gente de Platense, que atónitos mirábamos el descontrol, propio de un acto político y donde nos sentíamos ajenos,  mientras desde el escenario pasaban artistas afines al jefe, sin saber de que se trataba el festejo.

Hoy en un año más de vida del club, donde el mundo Platense necesita unirse y desmitificar esta absurda enemistad imperante, favorable para quienes hoy dicen administrar el club, que apoderándose del axioma “dividir para reinar”, seguramente los beneficiaría entregarse a las garras de quien por una limosna, hará un acto de campaña, utilizando una vez más, míseramente a Platense.

Ojala estemos equivocados, y podamos asistir a un encuentro netamente calamar, quizá con un choripan y una gaseosa en el quincho, pero con el sentimiento y el respeto que merece la institución.

De estar desacertados, lo reconoceremos públicamente, caso contrario, de vender la fiesta de “mama” una vez mas esta gestión, demostrará su marcada incapacidad hasta para organizar un modesto acto institucional y daremos por entendido que el único interés imperante, por sobre los valores éticos y de afecto, es priorizar la migaja, estrictamente económica.
Aunque en el fondo debemos reconocer, que entre los cuadros de trabajo que ostenta la actual administración, no figura la Secretaría de Ceremonial, RR. PP. y Culto, a cargo de profesionales. ¿Un desliz?

Sería importante, que aquel directivo de mayor rango que esboce su discurso, no lo improvise, para que resulte un mensaje claro y entendible,  será necesaria más de una oración de corrido. 


.....No olvidar ¡¡¡¡Con Platense no se juega!!!


Si seguís este blog, tendrás en claro que no estamos atados a sector político alguno. Somos de Platense Institución, no de nombres que están en Platense. Somos bastante grandes, como para ser llevados como ganado, apoyando a tal o cual. No somos personeros del poder de turno. Somos los "calamaresdesiempre". Los que crecimos en nuestros propios reductos, los que vivimos la historia. Por ello, desde aquí, nos asiste el derecho de peticionar que los honores al club deben de ser en el club, organizados por y para gente del club. SI QUERES SER PROTAGONISTA DE UN ACTO POLÍTICO, Y SENTIRTE MUNICIPAL, aceptá las propuestas anti Platense, y acordate de nosotros, cuando el anunciador se desgañote, anunciando la llegada del líder vitalicio, es decir la figura política del evento.